Familiares y amigos de la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo fueron impedidos de entrar a visitarla al departamento donde se encuentra en prisión domiciliaria, pero tras la intervención de personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y de los abogados de la detenida, después de un rato pudieron pasar a verla.

Alrededor de las 14 horas, un grupo de personas que deseaba ver a Gordillo se presentó en el edificio de departamentos ubicado en el número siete de la calle Galileo, en la colonia Polanco, pero los agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) que custodiaban el lugar les negaron el paso.

Ante eso, personal de la CNDH acudió al lugar y solicitó a los agentes que permitieran la entrada a los familiares, pues no había ninguna orden judicial que restringiera las visitas a la detenida. Sin embargo, los policías se negaron de nueva cuenta con el argumento de que había órdenes superiores para que nadie pasara.

Tras una negociación que se extendió por 40 minutos, el abogado de la ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Marco del Toro, hizo ver que impedir la visita a su cliente era una violación de sus derechos, por lo que finalmente la Policía Federal Ministerial permitió el acceso al inmueble.

Unilateralmente habían adoptado restricciones sin mandamiento judicial y en violación a los derechos fundamentales de la maestra. Esto denota una persecución infantil e incorrecta que se pudo atender con agilidad, pero si fuera por la autoridad ministerial, hubieran dejado a la maestra incomunicada, señaló el litigante.

El jueves Del Toro afirmó que Gordillo es una presa política, luego de que la PGR endureciera sus medidas cautelares de arresto domiciliario y no permitiera ingresar al médico que atiende a la ex lideresa magisterial.