Sábado 5 de mayo de 2018, p. a12
En los estantes de novedades discográficas esplende una novedad de alto contenido erótico, documental, un homenaje a la vida y a la belleza: Birkin Gainsbourg le symphonique.
Aparece en plena conmemoración del medio siglo de la gran revolución juvenil que nació en Nanterre y París y se extendió por el planeta: la primavera de mayo de 1968.
Dedicamos un Disquero anterior a la música del 68; he aquí el link hacia aquel texto:
Los nombres de Jane Birkin y Serge Gainsbourg se inscriben en la Historia con altos honores, significados y frutos, entre ellos como continuadores de la saga de Jacques Brel, George Moustaki y otros gigantes que elevaron la gran tradición de la chanson française a la categoría de obra de arte.
El contexto cultural era inmejorable: la imaginación al poder, la cosecha de años de producción artística en todas direcciones, la liberación de las mujeres, la vida sexual y la poesía en el pináculo.
Como me enseñó mi maestro Ludwik Margules: para narrar una historia, tienes que contar primero lo que todos quieren ver, para después poder concentrarte en lo que te importa decir.
Va: Jane Birkin y Serge Gainsbourg son quienes cantan una cópula: Je t’aime… moi non plus, un escándalo en su momento, una piedra de toque que habría de tomar años después Donna Summers para gemir orgasmos frente al micrófono.
Jane Birkin y Serge Gainsbourg son pareja emblema del culto al placer de la carne y la búsqueda espiritual, que son lo mismo.
Jane Birkin nació en Londres el 14 de diciembre de 1946; su aparición, desnuda, en el filme Blow up de Michelangelo Antonioni, 20 años después, fue el primer escándalo con el que nutrió a las buenas conciencias.
Luego de su fracaso matrimonial emigró a París, donde conoció, en 1968, a Serge Gainsbourg. Compartieron lecho y techo 12 años, se separaron pero nunca dejaron de trabajar juntos; Jane Birkin es la musa de Serge Gainsbourg, para ella escribió prácticamente la totalidad de sus textos y en especial sus dos obras maestras: Histoire de Melody Nelson y L’homme á la tete de chou, dos joyas de la música contemporánea.
Les comparto el link hacia el álbum completo de Histoire de Melody Nelson
Y ahora el de L’homme á la tete de chou:
La canción/cópula Je t’aime… moi non plus la escribió en realidad Serge Gainsbourg para Brigitte Bardot, mujer casada con quien sostenía intenso idilio.
La obra contiene los elementos distintivos de toda la producción musical de Gainsbourg, fundamentalmente el humor, el sarcasmo, el doble sentido, los juegos de palabras, la ironía. El título: Yo te amo… yo tampoco, alude a la conciencia de Brigitte y de él que lo suyo era puramente sexual y que el amor era una utopía.
Ella pidió no publicar la grabación que hicieron juntos de esa pieza, para guardar las formas, pero con el tiempo la liberó y hoy existen las dos versiones, que ponemos aquí a su consideración. Primero la versión de todos conocida, con Jane Birkin:
Y ahora con Brigitte Bardot:
Serge Gainsbourg es icono, emblema, estereotipo, antihéroe. No recibió regalías, pero por él miles en el mundo fumaron Galoises. Rodó por aquí y por allá, hizo todo y sin medida (homenaje al Príncipe), copió el look a Bob Dylan, filmó centenares de escenas donde su mirada brillaba, libidinosa, y las mujeres sonreían, opulentas.
Su vida cambió el día en que conoció la música de Boris Vian y éste, generoso, lo cobijó y elongó así la línea del tiempo en la historia de la música.
Brigitte Bardot, Jane Birkin, Jeanne Moreau, Catherine Deneuve, Isabelle Adjani, las mujeres que amó lo toleraron hasta que pudieron: borrachín insoportable, macho alfa, arrogante, violento, burlón, una suerte de Charles Bukowski que veneran legiones.
No era ético: cuando triunfó en el máximo foro, el Festival Eurovision, su cantante del momento, la jovencita France Gall, hizo furor con una pieza que le escribió el macho Gainsbourg: Les sucettes, una alegoría porno disfrazada de canción infantil en torno a los caramelos en forma de paleta larga, los chupetes, chupiroles. Vean el video:
Como juego está bien, lo que no se vale es que Serge no contaba con el consentimiento de ella, no le explicó que esa pieza era un homenaje a la felatio.
A quien sí le dijo todo fue a Jane Birkin, y grabaron la canción-soft porno Je t’aime… moi non plus y jugaron con los títulos y las letras de sus éxitos: 69 Anné érotique.
Toda la vida de trabajo juntos está en el disco que ahora nos ocupa. Es una continuación del álbum con el mismo nombre, sin el subtítulo le symphonic
, que grabaron en 1969.
Birkin Gainsbourg le sym-phonic es el álbum 13 de estudio de Jane Birkin y contiene 12 de las canciones que le escribió Serge Gainsbourg.
Paréntesis: en la amplia producción discográfica de Jane Birkin hay episodios notables, como la versión deliciosa que hace a Harvest moon, de Neil Young. Y aprovecho el paréntesis para hacer notar entre las grandes actrices francesas que cantan, algunos ejemplos entre naif y tiernos de Brigitte Bardot, algunas rarezas, como Depression au dessou du jardin, con Catherine Deneuve, para quien escribió Serge esta pieza, y en especial el trabajo canoro de Jeanne Moreau (siento debilidad por los hombres devorados por la pasión
), la inmortal.
El disco que ahora nos ocupa arranca con Lost song, donde Serge muestra su amplia cultura. Recurre aquí al tema de Solveig, del Peer Gynt de Edvarg Grieg, como recurre a los textos de Vladimir Nabokov para su obra maestra, Histoire de Melody Nelson, álbum del que Birkin, la musa, canta aquí el bello Vals, así como recurre a la Sonata Appassionata de Beethoven para L’homme á la tete de chou.
A sus 70 años, amplia discografía con una voz de cristal, a punto siempre de quebrarse, con la fuerza de un huracán y la delicadeza de un amanecer, Jane Birkin rinde homenaje con este disco a Serge Gainsbourg, a 25 años de la muerte del antihéroe, y rompe así el silencio de nueve años. Vaya pareja de gigantes.
Entre las grandes actrices francesas que cantan, a propósito no mencioné en párrafos anteriores a Charlotte Gainsbourg, hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin, conocida por encarnar el filme Nynphomaniac, de Lars von Trier y poseer una carrera musical notable.
De hecho, tenemos en las manos su nuevo disco.
Pero esa será una nueva historia, mi alma.
