Ricardo Anaya Cortés cerró cualquier resquicio a un acuerdo político tanto con el presidente Enrique Peña Nieto como con el candidato del PRI, José Antonio Meade Kuribreña, cuyo propósito sería derrotar a Andrés Manuel López Obrador: ¡No al pacto de impunidad, no al acuerdo cupular!, manifestó.

Ayer, el candidato de la coalición Por México al Frente la emprendió contra el abanderado de Morena al acusarlo de nuevo por el perdón que garantizó a los funcionarios del actual gobierno, y afirmó que el llamado al voto útil lo tiene muy nervioso, lo tiene espantado, porque él sabe que la mayoría de los mexicanos no quiere que sea presidente. Reitero mi llamado aunque le dé miedo, aunque le preocupe a (Andrés Manuel) López Obrador, y estoy convencido de que uniendo fuerzas vamos a ganar la elección el primero de julio.

En su acostumbrada conferencia de prensa de las siete de la mañana, a la cual se presentó por primera vez escoltado por dos guardias, Anaya Cortés mantuvo su postura de crítica y contraste con el tabasqueño.

Es importante que él explique este nuevo primor, y el pacto entre el PRI y Morena por la designación en el Senado de los fiscales carnales; por qué no se aprobó la eliminación del fuero en el Senado, y que explique el perdón que él ofreció a quienes hoy están en el gobierno. Esta alianza rara en el Senado se explica porque ahí está Manuel Bartlett, quien orquestó para el PRI el fraude electoral en 1988.

–¿Después de la reunión con Banamex, qué pasó, te arrepentiste, te regañaron, fue un mal entendido? –preguntó un reportero.

–Nuestra posición es una: ¡No a los acuerdos cupulares! No al pacto de impunidad, sí al voto útil; estoy convencido de que hay gente buena en todos los partidos y sobre todo en la sociedad civil. López Obrador tiene miedo porque la mayoría de la gente en el país no quiere que él gobierne. Reitero mi llamado al voto útil.

–¿Rechaza toda posibilidad de acuerdo con Enrique Peña?

–Sí, por supuesto. Lo dije el día de ayer y lo reiteró hoy.

–Llama a la declinación…

–No; justamente eso sería un pacto de impunidad, sería un acuerdo cupular; estoy en contra.

Más tarde, con el respaldo de Anaya Cortés, Alejandra Barrales, abanderada perredista al gobierno de Ciudad de México, anunció que esta semana comenzará a entregar miles de tarjetas a madres de familia y a estudiantes para depositarles dinero en efectivo.

Esa promesa arrancó gritos de simpatía entre las miles de personas movilizadas al Velódromo de la Magdalena Mixhuca, pero no dijo cómo se fondearían esos plásticos.

La maquinaria electoral que controla Julio César Moreno en la delegación Venustiano Carranza hizo palidecer la organización de Raúl Flores –quien ha conducido al PRD al más bajo nivel histórico de ese partido en la capital del país–, y recibió en acto multitudinario a Anaya y a Barrales.