Sociedad y Justicia
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La ley del servicio docente debe revisarse, señala el aún comisionado del INEE

Resultados de pruebas no se usan para mejora educativa: Backhoff
 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de abril de 2018, p. 29

En la defensa de su autonomía el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) se juega su futuro, porque esa independencia no se da, se gana, afirmó Eduardo Backhoff Escudero, quien este 30 de abril concluye su mandato como presidente de la Junta de Gobierno de ese organismo, del que además es consejero.

En entrevista con La Jornada, reconoce que la apropiación de una cultura de la evaluación aún está en pañales en México, estamos lejísimos, pues sus resultados aún no son usados para mejorar la política de Estado en el sector ni para la toma de decisiones a nivel federal o estatal.

Agregó que al INEE lo va a poner a prueba el nuevo gobierno para saber qué tanto se ha consolidado como institución autónoma y va a tener que aprender a negociar; reconoció que la Ley General del Servicio Profesional Docente debe ser revisada porque está muy enmarañada.

Hace falta una vuelta a la tuerca del servicio profesional docente. A la ley hay que pulirla, revisarla, fortalecerla, hacerla mucho más amable, convencer a los docentes que la evaluación del desempeño en servicio, que es la más cuestionada, debe ser exclusivamente formativa, debió haberlo sido desde un principio, sin vincularla a la permanencia.

Entre los principales desafíos que deberá atender el instituto en los próximo años está el saber comunicar mejor las atribuciones del organismo, tanto al magisterio como a la sociedad en general, porque aún no lo saben y nos meten en un grupo de quejas junto con la Secretaría de Educación Pública (SEP). Además, dijo, se debe avanzar en la aplicación de evaluaciones por medios computarizados, pues de no hacerlo estaremos haciendo exactamente las mismas pruebas que en 2002.

Sobre las directrices emitidas a la fecha –cuatro en total– admitió que se ha cumplido con esa atribución, pero prácticamente nadie les hace caso o lo hacen de boca para afuera, pero se ven pocas acciones a nivel tanto federal como local.

En su balance sobre lo logrado hasta la fecha por el INEE, destaca que éste es muy positivo en general, pero hemos tenido varios retos que no hemos podido superar. No hemos podido comunicar al público en general, y al magisterio en particular, cuáles son nuestras atribuciones.

Afirma que tampoco se entiende la autonomía: Los institutos autónomos son cosas muy raras para el país, somos nueve instituciones y cada quien tiene un ámbito de acción específico, pero muy distinto. Tampoco está muy clara y definida en la Constitución, por lo que no le queda a nadie muy claro qué sí podemos hacer y qué no, y hasta dónde llega el ámbito de nuestro autonomía.

A esto se suma que siempre se pelea con el ámbito del que eres autónomo, en nuestro caso con la SEP, por lo que construir la autonomía del INEE es un tema de mucha trascendencia, porque no depende sólo de la institución, sino que se gana a través de los acuerdos, apegándose a la ley, tratando de cambiar usos y costumbres, exigiéndola y siendo firme ante la autoridad, que es mucho más poderosa que tú. Hemos avanzado, pero nos falta mucho por hacer para sentirnos tan cómodos como el Banco Mundial con la política monetaria, nosotros no nos sentimos así con la política educativa.

Consideró que el futuro del INEE depende de su autonomía, porque si llega un gobierno mucho más autoritario que pueda decir no publiques esto, hazlo en estos tiempos o bájale un poquito y se verá reflejado en nuestra voluntad financiera para apoyar, habrá una tensión muy fuerte. El gobierno debe entender que el Estado cuenta con instituciones autónomas que se crearon para resolver un problema que el gobierno con sus instituciones no puede resolver.

El peor de los escenarios, consideró, es que el nuevo gobierno capture a quienes van a ser los recambios de los consejeros, porque todos los gobiernos de una manera u otra tienen ese cosquilleo, por lo que consideró que también se va a poner a prueba qué tanto el Estado cree en sus instituciones autónomas, porque si las comienza a minar, a ponerle obstáculos, va a ser evidente que las quiere a su favor.

Sobre la falta de una cultura de la evaluación en México, consideró que tardará décadas en darse, porque una cultura de un país no se cambia de la noche a la mañana y agregó que romper una tradición de toma de decisiones de forma ocurrente, por presiones, es muy difícil de vencer.

Backhoff también alertó que el INEE no ha incursionado en la aplicación de evaluaciones docentes que permitan conocer las características de los maestros, sus necesidades y prácticas pedagógicas, así como sus trayectos formativos.