Mineral de la Reforma, Hgo.

Por tercer día consecutivo, alrededor de 141 uniformados de este municipio mantienen un paro de labores para exigir la destitución de altos mandos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) local, a quienes acusaron de maltrato.

El oficial Delfino Hernández Silva, nombrado por sus compañeros vocero del movimiento, informó que además solicitaron certeza jurídica sobre los seguros de vida que el ayuntamiento les otorgó, ya que hay sospechas en el personal de que son apócrifos.

Explicó que desde el jueves demandan el cese de Antonio García Islas, director de la Policía Preventiva y del secretario General de Gobierno, Jaime Valle Flores, pues ambos tratan con prepotencia a los uniformados, a quienes a discreción les entregan patrullas y equipamiento.

Acusan prepotencia, maltratos y sanciones injustificadas.

Incurren en abusos de autoridad, en sanciones y arrestos injustificados. No puedes caer en un error porque inmediatamente te arrestan o entregan patrullas a sus consentidos, muchos de ellos sin méritos, señaló el vocero del movimiento.

Agregó que la empresa Mapfre, cuyas oficinas centrales se ubican en el estado de Puebla, les ha informado que los folios de los seguros que se les dio y por los cuales les hacen un descuento de una parte de su sueldo no están registrados.

Solicitó que los seguros se regularicen o sean cambiados de aseguradora, debido a los policías han aportado dinero en ellos; advirtió que en caso de no recibir respuesta a sus peticiones seguirán con el paro de forma indefinida.

Los policías municipales propusieron establecer una mesa de diálogo con el alcalde panista, Raul Camacho Baños, para llegar a un acuerdo, pero si ésto no ocurre seguirán con el paro frente a las oficinas de la SSP.

Calles, a merced del hampa

A tres días del paro de labores, diversas localidades de Mineral de la Reforma se encuentran sin vigilancia. Incluso el jueves una pandilla de tres colombianos forzaron un cajero automático situado dentro del campus de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, pero fueron sometidos por estudiantes quienes les propinaron una golpiza.

Al final, arribaron los guardias privados de esa casa de estudios y fueron entregados a policías estatales, quienes son los que desempeñan las labores de vigilancia en este municipio conurbado con Pachuca, con el cual comparte una gran extensión de la zona metropolitana.