Caracas.

Las campañas electorales en Venezuela comenzaron este sábado en medio de la amenaza de una creciente abstención, los rigores de la crisis económica que golpea al país petrolero, los cuestionamientos locales e internacionales que rodean el proceso electoral para la presidencia y la ausencia de los principales partidos opositores.

A esta situación se suman los anuncios de algunos países que han afirmado que no reconocerán los resultados y el posible endurecimiento de las sanciones contra el país, si se sigue adelante con los comicios. El presidente Nicolás Maduro, quien figura como favorito, desestimó las advertencias y aseguró que llevará a cabo sus planes de campaña.

A mí me da lo mismo que gane el que sea, porque la situación va a seguir igualita de mal, explicó María Elena Montiel, administradora venezolana de 38 años.

Como ella, cientos de personas se concentraron desde el amanecer en espera de productos con precios subsidiados y forman parte de una sociedad que muestra gran desánimo de cara a la nueva campaña electoral presidencial, que durará cuatro semanas.

Montiel, quien se identifica como seguidora del fallecido ex presidente Hugo Chávez (1954-2013), dijo que por vez primera no votará, porque no le ve sentido. Maduro ni nadie resuelve nuestros problemas. El que está sufriendo y pasando hambre es el pueblo, no ellos (los políticos), expresó.

La poca propaganda que se ve en las calles y los escuálidos actos políticos que han realizado en días recientes el oficialismo y algunos de los cuatro candidatos independientes traslucen el desánimo rumbo a los comicios del 20 de mayo. En éstos se elegirán, además de presidente, a miembros de los consejos legislativos y municipales.

La coalición opositora, que agrupa a una veintena de partidos, acordó no participar en las presidenciales alegando falta de garantías electorales. Tras esa decisión las divisiones en ese bloque se agudizaron, situación que le ha impedido definir una estrategia unificada de cara a los comicios, lo que ha generado mayor desconcierto entre las filas opositoras.

En este contexto, Maduro se reunió ayer con su flamante homólogo de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien remplazó el miércoles anterior a Raúl Castro, para ratificar la alianza estratégica bilateral entre ambas naciones.