De la mano del PRD, que está en declive, y de Movimiento Ciudadano (MC), cuya presencia se circunscribe prácticamente al estado de Jalisco, el PAN llega dividido a la campaña electoral rumbo a los comicios presidenciales del primero de julio, con militantes que abandonan sus filas y un candidato a Los Pinos, señalado por el gobierno y sus oponentes por sospechas de corrupción.

Sin reivindicar sus propuestas tradicionales en aras de construir la coalición Por México al Frente, el blanquiazul llega a esta etapa del proceso electoral con un decrecimiento en las encuestas y la posibilidad de perder más electores frente a la candidatura presidencial de la ex panista Margarita Zavala Gómez del Campo, quien al igual que otros aspirantes independientes es cuestionada por las irregularidades encontradas en la recopilación de las firmas de apoyo que presentó al Instituto Nacional Electoral (INE).

Juan Miguel Alcántara Soria, ex subprocurador general de la República durante el sexenio de Felipe Calderón, resumió la situación: “Por primera vez en su trayectoria, el PAN llega a las elecciones presidenciales con dos candidatos que están a la vista de todo el mundo.

“Es visible que los panistas están en la disyuntiva de apoyar a uno u otra. Desde ahora se sabe que unos están con Ricardo Anaya, otros con Zavala y unos más están en espera de que se definan una serie de aspectos, desde quién tendrá la propuesta más acabada con cierta congruencia con la visión panista, hasta quien será capaz de realizar una campaña que logre establecer contacto no sólo con el voto duro del PAN, sino también con otros sectores de la sociedad, como los jóvenes que por primera vez van a las urnas.

Nunca se había tenido una elección tan compleja, tanto en lo interno como en el contexto nacional, resaltó el político guanajuatense. Ni siquiera en los comicios de 1976, cuando Acción Nacional no postuló candidato presidencial y ello derivo en una escisión, puntualizó.

El actual resquebrajamiento que presenta el PAN se evidenció cuando la esposa del ex presidente Felipe Calderón optó por abandonar las filas de ese instituto político ante la imposibilidad de llegar a ser candidata presidencial. A ello se sumó el enfrentamiento de Anaya con un grupo de senadores panistas ligados al ex mandatario y la renuncia de diversos militantes.

Es un fenómeno inverso al registrado en 2000, cuando la llegada de Vicente Fox Quesada a la Presidencia de la República resultó un imán de nuevos militantes para Acción Nacional, ya que en semanas recientes el blanquiazul ha padecido una pérdida constante de militantes.

Se han ido desde figuras sobresalientes, como Germán Martínez, Gabriela Cuevas y Ricardo Sheffield, hasta panistas de a pie. La mayoría han ido a parar a Morena, donde avizoran mejor futuro para sus aspiraciones tras verse marginados en el reparto de candidaturas del PAN.

El hecho de que Ricardo Anaya, jefe del blanquiazul, haya dado candidaturas a personas externas representa una afrenta para muchos panistas que esperaban ser postulados a algún cargo de elección popular, señaló Alcántara Soria, y cuestionó esa decisión: ¿Qué puede aportar Emilio Álvarez Icaza a la candidatura de Anaya? Es un hombre sin ninguna popularidad; puede ser respetable alguna de sus acciones en el tema de los derechos humanos, pero es antipático, poco popular. No tiene un grupo que lo respalde y en el PAN no tiene ninguna simpatía, pues frecuentemente ha sido grosero con los militantes.

Alentado por las victorias que logró en 2016 y 2017 al lado del PRD, la dirigencia panista impulsó una coalición con ese partido y con MC para los comicios de julio. Sin embargo, en corrillos políticos se afirma que serán pocos los votos que el partido del sol azteca dará al panismo, entre otras causas porque esa fuerza política se ha vaciado. La sangría de afiliados que pasan a Morena no ha cesado.

La crisis del PRD es de tal magnitud que se prevé que en varios estados pierda el registro. Uno de ellos es Baja California, señaló Gilberto Ensástiga, uno de los pocos militantes de larga trayectoria que permanecen en ese partido.

Se estima que en julio próximo, el PRD difícilmente podrá alcanzar 12 por ciento de la votación, porcentaje que contrasta con el que obtuvo en el pasado, cuando llegó a tener 20 por ciento del total de sufragios en elecciones intermedias y 35 por ciento en las presidenciales.