Opinión
Ver día anteriorDomingo 25 de marzo de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Desde Otras Ciudades

Berlín, capital pobre, pero sexy

Foto
La capital alemana es el paraíso de la venta de juguetes eróticosFoto tomada de Internet
L

a capital alemana ha encontrado desde hace algún tiempo una manera de promoverse ante los más de 12 millones de turistas que la visitan año con año: Berlín es pobre, pero sexy. Esta frase ha comenzado a fastidiar al ciudadano berlinés ante el millonario endeudamiento de la ciudad, centro neurálgico del gobierno alemán. Las cifras publicadas ascienden a 60 billones de euros.

Con una población de unos 3 millones 700 mil habitantes, Berlín es estado federado y municipio con 12 cabeceras municipales. La industria del entretenimiento para adultos ocupa un lugar privilegiado. Cada barrio de la capital cuenta con varias de las llamadas sex shops y son parte del paisaje comercial como las panaderías, supermercados, farmacias o restaurantes.

Según reportan algunos de los expositores de la feria erótica Venus, que cada año se lleva a cabo en Berlín y ostenta el título de ser la más famosa feria de este rubro y la mayor a escala mundial, Alemania cuenta con el mayor número de tiendas de artículos eróticos en el mundo, superando los 3 mil establecimientos a lo largo y ancho del país.

Las cifras publicadas sobre la venta de juguetes eróticos ascienden a miles de millones de dólares al año y para ser exactos, es el vibrador –también conocido con el anglicismo de dildo– el de mayor demanda en el rubro.

Mensualmente, alrededor de mil producciones fílmicas en formato DVD o Blue Ray de entretenimiento para adultos se publican en Alemania con ganancias de 800 millones de euros al año.

El consumo por Internet de estas producciones queda fuera de esta cifra. En este punto, según los resultados de una investigación en línea hasta 2013, 12.5 por ciento de los consumidores en el mundo proviene de Alemania. A la cabeza se encuentra Estados Unidos, seguido por Brasil e India.

Alia Lira Hartmann, corresponsal