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La medida, para frenar el robo de nuestra tecnología, enfatiza

Iniciará hoy Trump guerra comercial con China; gravará las importaciones
 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de marzo de 2018, p. 25

Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciará hoy aranceles a las importaciones desde China, una decisión destinada a frenar la apropiación de tecnología estadunidense que probablemente provocará represalias de Pekín y eleve el temor a una guerra comercial global.

Mañana (hoy jueves) el presidente anunciará las acciones que ha decidido tomar con base en la investigación 301 del USTR (representante comercial) sobre los esfuerzos chinos para distorsionar el mercado, dirigidos por el Estado para forzar, presionar y robar las tecnologías y la propiedad intelectual de Estados Unidos, anunció el responsable en la materia de Estados Unidos, Robert Lighthizer.

La investigación realizada por Estados Unidos bajo la sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 identificó robo y coerción para que compañías estadunidenses divulguen su propiedad intelectual, así como las compras de fondos estatales chinos de empresas estadunidenses para adquirir conocimiento tecnológico.

Detalló en la Cámara de Representantes que el objetivo sería minimizar el impacto de los aranceles en los consumidores estadunidenses.

Las medidas, al menos en mi opinión, serían uno, hacer algo en el frente de los aranceles, y dos, efectuar lo necesario en lo que se refiere a inversión, y quizá otras cosas, resaltó.

Estados Unidos tiene un fuerte saldo negativo comercial con China, de unos 375 mil millones de dólares, principalmente por su déficit de ahorro y presupuestario. Los cálculos del costo de los productos falsificados, el software pirateado y el robo de secretos comerciales podrían ascender a 600 mil millones de dólares, de acuerdo con un influyente estudio.

Las especulaciones sobre una guerra comercial mundial comenzaron a principios de este mes cuando Trump anunció aranceles de 25 por ciento a las importaciones de acero y 10 a las de aluminio.

Lighthizer admitió que China probablemente recurrirá a medidas contra las exportaciones agrícolas de Estados Unidos, y advirtió que si eso sucede Washington tomaría contramedidas.

La potencia asiática ha identificado la agricultura como un punto débil de Estados Unidos y ha dicho que apostaría a la soya, un negocio de 14 mil millones de dólares al año.

China no quiere pelear una guerra comercial con nadie. Pero si alguien nos obliga a luchar una, no tendremos miedo ni nos esconderemos, enfatizó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying.

Lighthizer informó que el gobierno de Trump decidirá a finales de abril qué países se librarán de los aranceles al acero y al aluminio, anunciados el 8 de marzo y que entrarán en vigor este viernes.

Estados Unidos y Europa negociarán una solución mutuamente aceptable sobre sus controversias comerciales que incluyen los aranceles al aluminio y el acero, indicaron ayer la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmströem, y el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, en una nota conjunta.

Estados Unidos ya eximió de esos aranceles a Canadá, su mayor proveedor de acero, y a México, con los que renegocia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Otros socios comerciales también pidieron ser exentos de esos aranceles.

Lighthizer indicó ayer que se discuten exenciones para Australia, Argentina y Brasil.

Por otro lado, un panel de cumplimiento de la Organización Mundial de Comercio (OMC) señaló que Estados Unidos no cumplió totalmente con un dictamen de 2014 contra sus aranceles antisubsidios en un rango de productos chinos, un dictamen que las partes pueden apelar dentro de 20 días.

China acudió ante la OMC en 2012 para desafiar los aranceles antisubsidios de Estados Unidos contra sus exportaciones, incluyendo paneles solares, torres eólicas, cilindros de acero y extrusiones de aluminio. En ese momento, Pekín aseguró que su queja cubría 7 mil 300 millones de dólares anuales en exportaciones hacia Estados Unidos.