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Tilda Swinton conquista Cartagena

Cartagena de Indias.

S

in duda, el acto estelar de la edición 58 del Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI) fue la visita de la proteica actriz escocesa Tilda Swinton, quien ha sorprendido a los cinéfilos con su aspecto andrógino y su registro al parecer ilimitado, desde su aparición en Caravaggio (1986), del iconoclasta Derek Jarman. 

El jueves pasado concedió algunas entrevistas a los medios, pero ayer dio su clase magistral en el patio del Centro de Cooperación Española, en el centro histórico de esta ciudad caribeña. Afuera del edificio se había formado un gentío mucho antes de comenzar la conferencia. Cualquiera hubiera pensado en la presencia de una estrella como Nicole Kidman, digamos, y no en una actriz para conocedores, como Swinton. Me temo que esa gente se quedó fuera, pues los asientos eran contados y se ocuparon de manera muy rápida.

Por desgracia, a uno le tocó boleto de sol y una insolación no es la mejor manera de escuchar una clase magistral tan inteligente. Además, dado que el edificio contiguo era la Iglesia de Santo Domingo, los sonidos inconfundibles de una misa matutina se combinaron con las voces de Swinton y el moderador, un maestro de actuación llamado Juan Pablo Félix. Por tanto, las citas que daré a continuación no son textuales, pero espero ser fidedigno al ideario de la actriz, quien afirmó de entrada que “todos somos animales, freaks o monstruos” y que aceptarlo ya es un paso adelante. 

Para empezar, Swinton afirmó que nunca ha tomado una clase de actuación ni concibe hacerlo. Y hasta le preguntó a su interlocutor en qué consistían sus clases. A lo largo de la conferencia ella reafirmó no sentirse una actriz en el sentido tradicional, ni pensar en términos de una carrera. Asimismo, dijo no planear nunca con adelanto sus proyectos, sino que van surgiendo a partir de conversaciones. 

Swinton recordó que ella quería ser escritora en su adolescencia y que haber sido invitada por Jarman a participar en Caravaggio fue lo que cambió su destino. Con el mismo director hizo nueve películas experimentales, improvisadas, sin guion, a veces filmadas en Súper 8 y ampliadas a 35 mm. Fueron tiempos que ella recuerda con nostalgia, aunque eran tiempos duros. La música punk, protopunk, los New Romantics, fueron muy importantes a la vez que David Bowie era el líder de nuestra tribu

De la experiencia con Jarman la actriz aprendió a valorar la colaboración con amigos, con almas afines. Dijo valorar la experiencia colectiva que es el cine. E instó a las actrices en formación a estudiar cine. No para volverse cineastas, sino para saber del lugar de una en el cuadro, a saber de lentes, de iluminación. Cuando una fan temblorosa le preguntó qué le recomendaba a alguien que quisiera iniciarse en la actuación, le respondió con la máxima socrática de antes conocerse a sí misma. 

Nunca uso la palabra normal, dijo en otro momento, porque no sé cómo definirla. Igualmente, señaló que tampoco calificaba algo como bello, porque encontraba que todo era bello.

Cuando se le preguntó cuál consideraba que era su mayor logro a la fecha, no titubeó en contestar que ser madre (tiene dos gemelos que ya rondan los 16 años). Volviendo al tema de actuación, Swinton afirmó que no veía mucha diferencia entre lo que ella hacía profesionalmente y lo que sus hijos hacían cuando jugaban a ser alguien. 

Para ganarse aún más el aprecio del público, Swinton recordaba que al llegar a Colombia se dio cuenta de que era la tierra de García Márquez y que haber leído Cien años de soledad en su adolescencia la hizo tener sangre colombiana. Lo cual fue seguido por un nutrido aplauso, por supuesto. 

Se supo que que piensa filmar en Colombia una película bajo la dirección del singular realizador tailandés Apitchapong Weerasethakul, algo que también derivó de una conversación. 

Al final de la clase magistral de poco más de una hora de duración, la actriz aceptó posar para fotos con sus docenas de fans. Sencilla, sin poses, elocuente y lúcida, Tilda Swinton confirmó por qué es una de las presencias más intrigantes y enigmáticas del cine contemporáneo. 

Twitter: @walyder