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Impunidad, vicio gemelo de la corrupción

E

n materia de impunidad, México ocupa el lugar 66 de 69 países que cuentan con información estadística suficiente para el cálculo del Índice Global de Impunidad (IGI-2017). En 2015 ocupó la posición 58 de 59 casos estudiados. Al incrementarse el número de naciones en la muestra ha dejado de ocupar la penúltima posición dentro del IGI, pero también aumenta su distancia frente a los casos mejor evaluados. México cuenta con dos dimensiones prioritarias que debe atender: la funcionalidad de su sistema de seguridad y la estructura de su sistema de justicia.

Respecto de la primera dimensión, el índice muestra la necesidad de optimizar y ejercer una adecuada ejecución de los procesos de averiguación de la mayoría de las personas que tiene algún contacto formal con los cuerpos de seguridad. El IGI-2017 estima, dentro del sistema de justicia, una proporción promedio de los países de 16.23 jueces por cada cien mil habitantes. México cuenta con sólo 4.2 juzgadores por cada cien mil habitantes, cifra muy por debajo del promedio global. Sobre la funcionalidad del sistema de justicia mexicano, el índice permitió evidenciar su deficiencia, presentar poca correspondencia entre la cantidad de personas encarceladas por homicidios respecto de los casos denunciados por este delito, y contar con un número reducido de jueces frente a la cantidad de casos que llegan a tribunales.

Respecto de la estructura de los sistemas de seguridad, según el índice en México hay 359 policías por cada cien mil habitantes, cifra por arriba del promedio global, que es de 319 por cada cien mil habitantes. Sin embargo, contar con un alto número de agentes uniformados no significa que posean las capacidades adecuadas para cumplir sus tareas. Se requiere dotar de mayores presupuestos a los sistemas de seguridad, justicia y penitenciario en México, que se reflejen en aumentos reales de capacidades humanas, infraestructura y profesionalización.