México y Canadá deben ser excluidos de las medidas arancelarias a las importaciones de acero y aluminio que anunció el jueves Estados Unidos, dijo Kenneth Smith Ramos, jefe del equipo negociador mexicano para el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Tras las declaraciones vertidas ayer por Wilbur Ross, secretario del Departamento de Comercio de Estados Unidos, sobre aplicar el gravamen a todos los países, Smith Ramos declaró sentimos que con el TLCAN y por la relación de aliados estratégicos que somos de Estados Unidos, deberíamos ser excluidos de este tipo de medidas y vamos a mantener esa posición.

Afirmó que ninguno de los tres socios comerciales están en posición de levantarse de la mesa, luego de ser inquirido sobre la posibilidad de que Canadá lo haga ante el anuncio de la sección 232 de la Ley de Expansión Comercial estadunidense.

Estamos trabajando de manera constructiva. No está afectando el funcionamiento de las mesas en la situación referente a la 232, dijo.

Dijo desconocer cuando regresará el jefe negociador de reglas de origen de Estados Unidos, Jason Bernstein, quien se retiró para participar en reuniones extraordinarias con la industria automotriz.

El hecho de que estén trabajando a nivel técnico en Estados Unidos con el sector productivo de ese país en materia de reglas de origen lo vemos como algo que puede ser positivo, sostuvo.

Frustración de Canadá

Jerry Dias, presidente del sindicado canadiense Unifor, indicó que Canadá debe pensar dejar el TLCAN si es que es incluido en los aranceles que Estados Unidos pretende imponer al acero y aluminio, de 25 y 10 por ciento, respectivamente.

Expresó que la negociación ha dado un paso atrás después del anuncio. Agregó que si Canadá no queda fuera del listado es hora de pensar que deje la mesa de negociación, pues Estados Unidos no quiere un tratado, ya que desde agosto de 2017 ha puesto diversos obstáculos como gravar importaciones de madera blanda, papel y a la industria aeroespacial.

Comentó que con la decisión de Washignton, el equipo negociador canadiense se encuentra muy frustrado y piensa que este anuncio mata cualquier esperanza de avanzar.