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Presentan el libro Fotografía Artística Guerra, en el Museo Nacional de Antropología

El clima extremo causa daños al acervo de la fototeca de la Universidad de Yucatán
Foto
Imagen incluida en el libro coordinado por José Antonio Rodríguez y Alberto Tovalín, perteneciente a la Fototeca Pedro Guerra, que se puede visitar en Mérida
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de marzo de 2018, p. 5

El acervo de la Fototeca Pedro Guerra de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán padece el clima de la península.

Esto se hizo patente en la presentación del libro Fotografía Artística Guerra: Yucatán/México (coeditado por la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados y la Fototeca Pedro Guerra), trabajo coordinado por José Antonio Rodríguez y Alberto Tovalín.

El fotógrafo e historiador Ernesto Peñaloza dijo ante el público, en el Museo Nacional de Antropología, haber analizado “los daños que presentan varias de las imágenes del libro, causados principalmente por el clima extremo de Mérida: manchas por humedad, craqueladuras, desprendimiento de emulsión y otros deteriores biológicos causados por microorganismos como hongos o bacterias. La velocidad con que se deterioran materiales fotográficos con este clima es acelerada, al igual que la descomposición de los cuerpos de los difuntos que menciona Isabel García Franco en su texto Documentos de un adiós”.

Esta adversidad fue reiterada por Jimmy Montañez, ex director de la Fototeca Pedro Guerra, cuyo archivo fue donado por la familia con ese apellido en 1977. Apuntó que su historia está hecha de muchas microhistorias, a las que habría que dar su lugar. Se anunció que las regalías obtenidas por la venta del tomo con tiraje de 3 mil ejemplares serán destinadas directamente al rescate de la fototeca, de acuerdo con Jorge Carlos Ramírez Marín, quien fue presidente de la mesa directiva de la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados.

Deborah Dorotinsky, investigadora de la fotografía, retomó lo escrito por Rodríguez y Tovalín en el sentido de que Pedro Guerra Jordán y su hijo construyeron para la historia, mediante miles de documentos visuales, un cuadro social y cultural sobre la península de Yucatán. Celebró que el libro tenga muchas imágenes del archivo que no eran conocidas. Mi única crítica tiene que ver con la innecesaria repetición de los datos históricos de la formación de Guerra Jordán, la fundación de su estudio y el peso dado al trabajo del padre frente al hijo, acotó Dorotinsky.

Para Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología, esa obra nos trasciende a todos los que estamos aquí. Recordó que en los años 70 del siglo pasado algunos de los que estamos aquí alucinábamos con la posibilidad de que nuestra historia del quehacer fotográfico mexicano o en México contara con una academia sólida que recuperara su historia.

Respecto de los temas de ese trabajo, el historiador dijo: “en efecto, no está la violencia de las haciendas henequeneros con la que crecimos en la escuela, sin embargo hay violencia. Hay una sociedad sumamente compleja, mucho más compleja que la que nos pudieran haber dejado las páginas de un libro como México bárbaro, de john Kenneth Turner.

Destacó la naturalidad con la que hombres y mujeres en esta parte del territorio se plantan frente al retrato y la herramienta que lo hace posible.

El libro, concluyó Antonio Saborit, invita a repensar y estudiar mejor esa sociedad que retrataron ese par de fotógrafos y, sobre todo, a tender puentes con los demás integrantes de ese gremio”.