La búsqueda de los tres ciudadanos italianos presuntamente desaparecidos por policías municipales de Tecatitlán, Jalisco, el 31 de enero, se extendió a Colima y Michoacán, que también padecen la ola de violencia causada por bandas del crimen organizado.

El fiscal general del Jalisco, Raúl Sánchez Jiménez, informó que los italianos no eran turistas, sino que vinieron a vender herramientas al parecer alteradas, que vendían como originales de marcas de prestigio. Uno de ellos, Raffaele Russo, fue detenido en Campeche hace tres años.

Dijo que la policía de Tecatitlán fue intervenida por la fiscalía, que vigilará el municipio, y a los uniformados se les envió a la Academia de la Policía Estatal para que reciban capacitación, mientras siguen las investigaciones.

Sánchez Jiménez, así como el secretario de Gobierno, Roberto López Lara, y el fiscal regional Fausto Mancilla Martínez se reunieron ayer con Simone Landini, consejero de la embajada de Italia, y Guido Iannelli, agregado de la Policía del Consulado Italiano, para intercambiar información que conduzca a la localización de los tres napolitanos.

López Lara dijo que instruyó a los fiscales intensificar la búsqueda y mantener comunicación permanente con la embajada italiana.

Consideró que el caso podría ser atraído por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) de la Procuraduría General de la República; además, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos inició la investigación de oficio 30/2018, la cual se turnó a la tercera visitaduría general.

Representantes de la embajada italiana en México informaron que la Interpol Roma emitió una ficha amarilla por la desaparición de Antonio Cimmino, Vincenzo Cimmino y Raffaele Russo.

Raffaele Russo, su hijo Antonio y su nieto Vicenzo perdieron contacto con sus familiares el 31 de enero. Iban a bordo de dos camionetas blancas Honda CRV con placas del estado de México cuando se perdieron en El Refugio, localidad cercana a Tecatitlán. Los vehículos tampoco han sido encontrados.

El fin de semana, ciudadanos de Nápoles marcharon para exigir a las autoridades de México la localización de sus connacionales y aficionados mostraron el letrero: Liberen a los napolitanos en México en el partido Napoli-Spal, celebrado en el estadio de San Paolo.