Abuja.

Tres suicidas sospechosos de pertenecer al grupo yihadista Boko Haram mataron a 19 personas al hacerse estallar en un mercado ubicado al nordeste de Nigeria. El ataque se produjo el viernes en Konduga, a unos 35 kilómetros de Maiduguri, capital del estado de Borno.

Según dos responsables de la milicia que combate al grupo yihadista nigeriano, Babakura Kolo y Musa Ari, los suicidas eran varones.

Tenemos 19 muertos y unos 70 heridos. Dos de los suicidas atacaron el mercado de pescado Tashan Kifi y cuatro minutos más tarde un tercero cerca de ahí, declaró Kolo.

Las víctimas son 18 civiles y un soldado, explicó. Tashan Kifi, añadió, es un lugar que hace las veces de restaurante, mercado y sitio de ocio para los habitantes.

Según Musa Ari, 22 de los 70 lesionados se encuentran en estado crítico.

No hay ninguna duda sobre quién está detrás de esto. Boko Haram atacó Konduga en varias ocasiones, aseveró.

El ejército y la policía del estado de Borno, epicentro de una insurrección sangrienta de Boko Haram, no han reaccionado aún.

El conflicto ha dejado más de 20 mil muertos y 2.6 millones de desplazados desde 2009.

El ejército y el gobierno de Nigeria anunciaron que los yihadistas, debilitados por las operaciones lanzadas por las fuerzas armadas de la región del lago Chad (Nigeria, Níger, Chad, Camerún), estaban a punto de ser derrotados.

Pero Boko Haram sigue cometiendo atentados suicidas y atacando aldeas recónditas o suburbios de grandes ciudades.

El jefe de las operaciones militares contra Boko Haram, el general Rogers Nicholas, declaró el miércoles que el grupo, que juró lealtad al Estado Islámico en 2015, estaba en desbandada.

Desde comienzos de año, el ejército nigeriano persigue a los yihadistas en uno de sus principales bastiones: la selva de Sambisa (Borno), donde se instalaron en meses recientes tras haber sido expulsados de ahí en diciembre de 2016.

El triple atentado suicida del viernes coincide con los juicios a cientos de presuntos miembros de Boko Haram celebrados esta semana en tribunales civiles instalados en una base militar.

Uno de los islamitas, juzgado por su implicación en el secuestro en 2014 de más de 200 estudiantes de secundaria de la ciudad de Chibok, estado de Borno, fue condenado a 15 años de prisión.