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Tras maratónica sesión la solicitud de fujimoristas no alcanza los 87 votos requeridos

Congreso peruano rechaza destituir a Kuczynski; llama a la reconciliación
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El mandatario de Perú, Pablo Kuczynski (a la derecha), ayer al defenderse de un juicio político por presuntos casos de corrupción con la constructora brasileña Odebrecht. A su lado, Luis Galarreta, presidente del CongresoFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de diciembre de 2017, p. 29

Lima.

El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, llamó a la reconciliación, luego de que superó la noche de este jueves una moción para destituirlo acusado de permanente incapacidad moral por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht, envuelta en el pago de sobornos en varios países de América Latina para conseguir millonarios contratos de obras públicas.

No ha sido aprobado el pedido de vacancia por causal de incapacidad moral permanente, dijo el presidente del Congreso, Luis Galarreta tras la votación, que arrojó 79 votos a favor de la destitución, 19 en contra y 21 abstenciones.

Mañana (viernes) empieza un nuevo capítulo en nuestra historia, dijo Kuczynski tras conocerse que se mantiene en el cargo. Dijo que su enfoque será la reconstrucción del país, reportó el diario La República en su portal. Una sola fuerza, un solo Perú, declaró.

Ganó el país y la democracia, expresó poco antes el portavoz de Kuczynski, Vicente Zevallos, tras la sesión que se prolongó más de 14 horas, y que implicó una derrota para la oposición fujimorista que promovía la destitución del mandatario, mientras la bancada oficialista Peruanos por el Kambio al celebrar el resultado indicó que se defendió la democracia, añadió La República.

Se requerían 87 votos para que fuera aprobada la iniciativa, impulsada por el poderoso partido Fuerza Popular junto al izquierdista Frente Amplio y la social demócrata Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), que buscaba que Kuczynski se convirtiera en el primer presidente en perder su puesto por vínculos con Odebrecht.

Los 10 congresistas de Nuevo Perú, que se escindieron en julio pasado del Frente Amplio, salieron del recinto antes de que comenzara la votación.

Los congresistas de Fuerza Popular, cuya lideresa Keiko Fujimori perdió los comicios presidenciales de 2016 ante Kuczynski, afirmaban que, si bien no podían condenar al presidente por un delito, debido a que eso corresponde a los jueces, sí podían destituirlo en un juicio político tras acusarlo de incapacidad moral permanente.

El maratónico debate también mostró las fisuras entre Keiko Fujimori y su hermano menor, el legislador Kenji Fujimori, quien desde temprano anunció que votaría por mantener a Kuczynski en su puesto.

Todo en mi vida lo he logrado con trabajo honesto, dijo Kuczynski al defenderse en la mañana ante el Congreso unicamaral. Vengo a decirles mirándoles a los ojos que no soy un corrupto, subrayó.

Agregó que jamás favoreció a ninguna empresa, al tiempo que advirtió que no estaba en juego su permanencia en el cargo, sino la estabilidad democrática del país. Más aún, señaló que detrás de la moción que pretendía sacarlo del Ejecutivo estaban las personas que buscan manejar el Estado sin ganar una elección presidencial.

Kuczinsky, ex banquero, de 79 años, reiteró que su consultora Westfield Capital, que trabajó alguna vez con Odebrecht, nunca contrató con el Estado, y aseguró que nunca incurrió en conflicto de intereses. Westfield Capital fue creada por Kuczynski en Estados Unidos en 2002.

Admitió que Westfield Capital recibió depósitos de Obedrecht por asesorías cuando era ministro, aunque se había entregado la gestión de la firma a su entonces socio, el empresario chileno Gerardo Sepúlveda.

Su abogado, Albert Morea, declaró que si Kuczynski era destituido en la práctica estamos ante un golpe de Estado.

El escándalo, que golpeó a Brasil, Venezuela, Ecuador y México, entre otras naciones, salpicó a tres presidentes peruanos. Odebrecht admitió haber pagado 29 millones de dólares en sobornos en Perú entre 2004 y 2015, periodo que abarcó los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), en el que Kuczynski fue ministro; Alan García (2006-2001) y Ollanta Humala (2011-2016).

Odebrecht informó hace una semana al Congreso peruano que transfirió 4.8 millones de dólares a consultoras vinculadas a Kuczynski, y pagó a una de ellas cuando era funcionario del gobierno de Toledo.

De inmediato, el Congreso abrió el proceso de vacancia presidencial por permanente incapacidad moral contra Kuczynski, al considerar que el gobernante mintió sobre sus vínculos con la constructora.

Humala permanece en prisión acusado de recibir 3 millones de dólares para su campaña electoral, mientras contra Toledo existe una orden de extradición desde Estados Unidos por recibir presuntamente 20 millones de dólares en sobornos para conceder a Odebrecht la construcción de una carretera.

El miércoles miles de personas marcharon en Lima para reclamar que se vayan todos los corruptos, en una muestra de desconfianza hacia los políticos.

El fantasma de Odebrecht también persigue a Keiko Fujimori, quien es investigada por supuestos pagos recibidos de la empresa.