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Desde otras ciudades

Panabús renueva a venezolanos desposeidos

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Voluntarios atienden dentro del camión a personas en situación de calle en CaracasFoto Afp
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ube, te invitamos a vivir una hora de felicidad. Sergio, ex recluso, intenta convencer a un drogadicto que vaga por Caracas para que aborde el Panabús, de donde saldrá bañado, con ropa limpia y la posibilidad de enderezar su rumbo.

De lunes a viernes, esta casa rodante recorre las calles de la capital para ayudar a indigentes, una proeza en tiempos en que pocos venezolanos escapan al azote de la crisis económica, en medio de una severa escasez de comida y medicinas. Su nombre acuña la palabra pana, amigo en Venezuela.

De seis metros, cuenta con ducha, consultorio médico y peluquería; por trayecto atienden dos doctores y dos mediadores, éstos antiguos adictos o ex delincuentes.

Uno de ellos es Sergio Hernández, de 45 años, quien convence a un temeroso Enrique. Voy a entrar, pero me cuidan mis cosas, dice el hombre de 42 años, aferrado a una bolsa que sacó de la basura.

¡Bienvenido! ¿Cómo estás?, expresa la voluntaria María Goncalves. Enrique se duchó, luego de días sin bañarse, recibió ropa limpia y le cortaron el cabello; después comió un cuernito con jamón y queso, tomó un refresco. Lucía transformado.

Lo primero que pensé es que me iban a llevar a la fuerza, comentó Enrique, quien vive en la calle desde hace tres años. Sergio lo invitó a visitar el centro que lo ayudó a dejar las drogas. Voy a reflexionar, prometió al bajar del vehículo.

La iniciativa, que se echó a andar hace un mes, nació de la Fundación Santa en las Calles, voluntariado surgido hace una década para donar regalos y comida en Navidad.

Fue Carlos De Veer, administrador de 41 años, quien le dio forma: Imaginé un autobús donde una persona en situación de calle entraba por una puerta y salía renovado. El Panabús es apenas un granito de arena, admite. También es reflejo de las luces y sombras de la debacle socioeconómica.

Afp