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Histórica reforma fiscal
Decisión de carácter político para atenuar escándalos del gobierno
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Una ayudante demócrata lleva una pancarta en el Senado para argumentar contra el proyecto de ley republicano de impuestosFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de diciembre de 2017, p. 4

La aprobación de la reforma fiscal en Estados Unidos por parte del Senado es una respuesta que busca calmar los ánimos generados por los escándalos ocurridos en lo que lleva la presidencia de Donald Trump, consideró María Francisca Fonseca, directora del Centro de Investigación en Economía y Negocios (Cien).

La académica opinó que la ley aprobada por los senadores de esa nación es una decisión de carácter político y que busca dar credibilidad ante el caos que se ha generado en torno a la administración de Trump, por lo que resulta ser una medida para tranquilizar a sus seguidores.

Sin embargo, Fonseca consideró que la reducción de 35 a 20 por ciento en el impuesto que pagan las empresas estadunidenses no favorecerá a las clases media y baja; es decir, al grueso de la población, sino a quienes perciben más y a las empresas estadunideses.

En el caso de México, los efectos de la reforma fiscal estadunidense se reflejará en la reducción de la inversión extranjera, pues si las empresas veían que en este país la mano de obra resultaba ser barata, con las modificaciones las compañías que operan en Estados Unidos optarán por no mover sus inversiones.

Al ser inquirida sobre si México debe responder cuanto antes a modificar su política fiscal, la decana de la región sur comentó que el país debió estar preparado para esto desde hace mucho tiempo. Acotó que si bien este tema afecta el desarrollo económico mexicano, otro problema que afecta mayormente y que no ha sido resuelto es la inseguridad y la corrupción.

Fonseca agregó que tampoco es viable que el impuesto sobre la renta (ISR), que es el equivalente a las tasas corporativas, baje, pues de igual manera que en Estados Unidos, esta medida sólo beneficiará a quienes más tienen y poco a quienes perciben menos salario.

Además, el ISR no se puede usar como un pretexto para recaudar más impuestos, como han argumentado las autoridades hacendarias, pues hay suficientes ingresos, aunque la clase política diga lo contrario, que el dinero no alcance es porque se usa en donde no se debe de usar.

Concluyó que efectivamente la reforma fiscal viene a complicar más las cosas, pero la solución a esto, como al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), es voltear a ver otros horizontes.

CCE busca política espejo

En días recientes, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, consideró que México debe contar con una política espejo a esta situación que afecta mucho más que la renegociación del TLCAN, pero ésta no debe implicar un aumento en el gasto y tampoco más impuestos.

El líder del organismo cúpula sostuvo que se puso en contacto con José Antonio González Anaya, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para trabajar en los márgenes de maniobra y los posibles escenarios para crear mecanismos que puedan dar respuesta a la reducción de las tasas corporativas.

Por otra parte, antes de la aprobación de la reforma en el Senado estadunidense, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) expresó que la vía para contrarrestar sus efectos y evitar que México quede en una desventaja competitiva sería reducir el ISR, pero también generalizar el impuesto al valor agregado (IVA) con diferentes tasas, pero aplicable en todo el país y en todos los productos.