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Bajo la lupa

Cuatro jugadas maestras del zar Vlady Putin en Irán

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Vladimir Putin habló sobre el Día de la Unidad Nacional ayer en el KremlinFoto Ap
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n la fase de postverdad, fake news y guerra de propaganda, hoy las noticias transcendentales son deliberadamente boicoteadas por la prensa libre (sic) de Occidente, como sucedió con la geoestratégica visita de un solo día del zar Vlady Putin a Irán.

¿Responde el zar ruso a la otra trascendental gira asiática de Donald Trump?

A mi juicio, la intempestiva visita del zar a Irán forma parte de los tres vectores que ha lanzado Rusia en el gran juego de ajedrez de inicios del siglo XXI que definirá el nuevo orden mundial: imperativa y necesariamente multipolar, y óptimamente tripolar.

Los otros dos vectores que ha lanzado Rusia son: 1. La consolidación de su dominio costero a lo largo del polo Ártico (https://goo.gl/hi3QfC): la región más cercana para contrarrestar un ataque nuclear de EU que todavía aplica con Trump, y desde Nixon/Kissinger, la teoría del loco (https://goo.gl/6tejM5); y 2. El retorno de Rusia al océano Índico (https://goo.gl/B3B7ZG) para neutralizar la unilateral operabilidad marítima de EU y sus aliados.

Para el geoestratega ruso Andrew Korybko, del portal OrientalReview.org, el impactante acuerdo energético de Rusia e Irán por 30 mil millones de dólares mató cuatro pájaros de una sola piedra (https://goo.gl/FYcQtx) que cumplen los grandes objetivos estratégicos de Moscú, que se posiciona como la suprema fuerza de equilibrio en el supercontinente (sic) euroasiático, lo cual acelera la transición a un orden mundial multipolar.

A juicio de Korybko, el colosal acuerdo energético entre Rusia e Irán –donde brilló la habilidad de la diplomacia energética de Igor Sechin, gran aliado del zar y mandamás de Rosneft– no hubiera sido posible de no haber sido por el miedo (sic) que Trump produjo en los inversionistas occidentales para invertir en Irán que fue empujado a los brazos de Rusia.

Las cuatro jugadas maestras son:

1. El gasoducto tripartita trans-azeri de Rusia/Irán/Azerbaiyán en el Mar Caspio. El zar se reunió en una cumbre tripartita de los países ribereños del Mar Caspio en Teherán con los presidentes de Irán, Hasan Rouhani, y Azerbaiyán, Ilham Aliev.

2. El inicio de la construcción por Rusia del impensable gasoducto tripartita IPI Irán/Pakistán (¡supersic!) /India (¡mega-sic!) de mil 200 km. Al respecto, el analista Tom Luongo considera que este proyecto clava una daga de 20 años a los esfuerzos (sic) de la política exterior de EU para bloquearlo (https://goo.gl/Nn8AVB).

3. Neutralizar a Irán como competidor en el mercado europeo y 4. Tranquilizar a Irán sobre el acercamiento de Rusia y Arabia Saudita (AS).

Si las sanciones de Trump contra Irán, azuzadas por su yerno, el israelí-estadunidense Jared Kushner –gran aliado del premier Benjamin Netanyahu–, acercaron a Rusia con Irán, las otras sanciones selectivas de EU contra Moscú han acercado a Moscú con Alemania y Francia.

El portal libanés LorientleJour.com, muy cercano a Francia, juzga que Rusia e Irán, otrora antagonistas (https://goo.gl/Sr69a2), operaron un neto acercamiento debido a intereses geopolíticos comunes, donde la construcción de plantas nucleares juega un papel preponderante.

Por lo pronto, Rusia ha iniciado la construcción de dos plantas nucleares en Irán por 10 mil millones de dólares (https://goo.gl/raoB4S), lo cual no obsta para que la gran habilidad de judoca del zar Vlady, mediante la estatal rusa Rosatom, se interese en construir la infraestructura nuclear de AS de 16 plantas nucleares (https://goo.gl/MNb3Ua).

El feroz analista Luongo exclama que Trump debe aprender a no jugar ajedrez contra los persas (https://goo.gl/s7rJrL) cuando el presidente Hassan Rouhani puso en ridículo al gobierno de Trump al haber rechazado una cumbre secreta (¡megasic!) en la ONU con la intermediación del presidente galo Emmanuel Macron, lo que significa que Irán no teme a EU. Le faltó agregar que tampoco a Trump ni a Jared Kushner ni a Netanyahu.

Tan no teme la teocracia chiíta persa las bravatas de cantina barata de la tripleta Trump/Kushner/Netanyahu (https://goo.gl/zCSYwV) que alardea poder aislar a EU, con la ayuda de Rusia (¿y China?) y una fórmula de alfombra voladora: desprenderse de sus transacciones en dólares (https://goo.gl/4kprN2). Esta temeraria advertencia persa, que no amenaza, llama mucho la atención a quienes conocen la vulnerabilidad del sistema financiero de Irán, que se encuentra totalmente aislado de los intercambios con la banca estadunidense y europea.

¿Utilizará Irán la plataforma de la banca de Rusia, China e India, y quizá de Europa, para implementar su osadía geofinanciera? Sea lo que fuere, el verdadero talón de Aquiles de EU ha quedado al descubierto: su frágil dólar.

El Supremo Líder iraní, Ayatolá Jamenei, desea ir lejos en la cooperación geoeconómica con Rusia a grado tal de proponer el asombroso eje del puerto de Chabahar (en el Golfo de Omán/Mar Arábigo) al puerto de San Petersburgo. ¡Suena fascinante el eje Chabahar/Mar Caspio/San Petersburgo, como complemento de la Ruta de la Seda china!

Zeina Karam, de Ap, presunta agencia de la CIA, analiza desde Beirut –curiosamente reportado por The Times of Israel– cómo Putin se posiciona como el intermediario en el Medio Oriente mientras EU retrocede (https://goo.gl/39JiR8).

A juicio del lúcido analista británico Alastair Crooke –anterior agente del MI6 y asesor del ex canciller de la Unión Europea, Javier Solana–, EU e Israel perdieron sus guerras en Siria e Irak y, de paso, también fracasaron en balcanizar el Kurdistán en el norte de Irak (https://goo.gl/pMLPii), lo cual en su conjunto favoreció a Rusia y a Irán (https://goo.gl/FkFXm6).

Según Crooke, asistimos a la disolución del orden (sic) mundial estadunidense y, después de la derrota de Israel ante Hezbolá en 2006 en Líbano, califica al triunfo en Siria como “un histórico punto de inflexión (“ game changer”) de mayor magnitud”.

El momento unipolar de los neoconservadores straussianos de EU (sin Rusia ni China) se desplomó y el proyecto del nuevo Gran Medio Oriente de los Bush (padre e hijo) quedó archivado con la intervención rusa en Siria, que provocó nuevas contigüedades en la región con el triunfo del C4+1 –Creciente Chiíta entre Irán/Irak/alawitas sirios/Hezbolá libanés más Rusia (https://goo.gl/ZKN3CX): la frontera entre Irak e Irán esta abierta; se abrió la frontera entre Siria e Irak; se abre la ruta comercial directa entre Irak y Turquía; y está abierta la frontera entre Siria y el Líbano. ¡Emergió toda una masa crítica de nueva configuración geopolítica! Y eso que Crooke no expone el eje vertical de Chabahar/Mar Caspio/San Petersburgo.

Las reverberaciones telúricas de la visita del zar Vlady Putin a Irán tuvieron un efecto inmediato con la renuncia de Saad Hariri, premier libanés nacido en AS, mientras Netanyahu prepara su enésima guerra fronteriza: esta vez contra Irán, en los teatros de Siria y Líbano.

Lo ideal para la dupla Netanyahu/Kushner es que sea Trump quien libre la guerra de Israel contra Irán hasta el último soldado estadunidense (sic).

Nada más que ahora EU no podrá navegar más solo con la presencia rusa en el horizonte.

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