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El gobierno de Hidalgo envió 4 camiones equipados para atender alertas de salud

Los Atlantes, base del servicio médico para afectados por sismos en Oaxaca

Ante el colapso de varios hospitales, en estas unidades se han brindado 60,109 consultas: Ssa

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Periódico La Jornada
Miércoles 1º de noviembre de 2017, p. 6

Juchitán de Zaragoza, Oax.

La emergencia los llevó a recorrer cientos de kilómetros. Guerreros gigantes que dejaron su tierra para llegar hasta el Istmo oaxaqueño y sumarse al apoyo a los afectados. Son los Atlantes, cuatro enormes tractocamiones equipados con tecnología médica para atender las alertas de salud ante desastres naturales. Enviados por el gobierno de Hidalgo y nombrados así en honor a los guerreros Toltecas.

Se han convertido en piedra angular del hospital móvil, coordinado por la Secretaría de Salud federal (Ssa), y cuentan hasta con un quirófano en el que se han realizado más de 110 intervenciones quirúrgicas, la mayoría cesáreas.

Se instalaron tres semanas después del sismo de magnitud 8.2 del 7 de septiembre que devastó la región. Era necesario contar con un espacio que supliera la labor del Hospital Regional Macedonio Benítez Fuentes, que sucumbió ante la fuerza de la naturaleza y que brindaba atención no sólo a pacientes de esta ciudad, sino de comunidades cercanas, como Ixtepec, Matías Romero y San Miguel Ximalapa.

Difíciles condiciones de trabajo

Ejércitos de personal de salud de diversas dependencias, incluso militares, y de otros países trabajan arduamente desde hace más de 50 días en la región para apoyar a los istmeños. No ha sido sencillo, las condiciones no son las mejores, varios hospitales sufrieron daños y se atiende no sólo a los perjudicados directos por el terremoto, sino que también se brinda el servicio cotidiano a todos los pobladores que lo requieran.

A estos esfuerzos se han sumado mil 549 personas para la atención a la salud; de ellos, 379 son médicos; 433 enfermeras, y 96 paramédicos, de Oaxaca, otros estados y de los servicios federales, al igual que brigadas de diferentes naciones, como el equipo de 41 especialistas cubanos.

Se han brindado hasta el momento 60 mil 109 consultas de atención médica y 14 mil 736 sicológicas, de acuerdo con datos de la Ssa. En la región también se han concentrado 29 unidades médicas móviles, dos unidades de comando y una unidad de respuesta rápida para la seguridad en salud.

En medio de la atención a decenas de pacientes, un médico se da un respiro para charlar durante un par de minutos. Está adscrito al Hospital Regional y por la premura prefiere dar detalles antes que su nombre.

No son las condiciones óptimas, pero era necesario atender a la población con la caída de nuestro hospital. En principio nos instalamos en una escuela cercana, pero con la réplica del día 23 se dañó, por lo que se consiguió este terreno (en las afueras de Juchitán). Los Atlantes han sido de gran ayuda. No atendemos al mismo número de pacientes, pero mantenemos el servicio. De repente, una persona se acerca y le susurra algo al oído, el médico se excusa y sale corriendo a la carpa donde se instaló el área de urgencias.

Con 26 años de servicio como enfermera en la región, Elsa Cruz Ramos nunca había enfrentado una crisis como ésta. El sismo, dice, causó gran desolación. Fue horrible, nos dio con todo y nos quedamos sin hospital. La labor no ha sido sencilla. Las principales limitantes son la falta de material quirúrgico y los reducidos espacios al interior de los Atlantes. Es una experiencia profesional muy fuerte, pero nos tenemos que adaptar. La gente necesita apoyo y lo brindaremos.

Oaxaca es una de las entidades con añejos problemas de salud que se han evidenciado más con la emergencia. Es uno de los tres estados del país con mayores índices de muerte materna y de embarazos adolescentes. Además, la obesidad y la diabetes son padecimientos comunes.

La misión de especialistas cubanos lo detectó de inmediato. El internista Leonardo Enríquez relata: Hemos visto mucho diábetico e hipertenso, lo que está relacionado con la obesidad que se da por la mala alimentación y el sedentarismo. Las atenciones por estos padecimientos son de escándalo, demasiadas.

Los números de las autoridades de salud son reveladores. En Oaxaca, 12.9 por ciento de la población (297 mil 497 personas) padece diabetes. La tendencia va en aumento: 30 por ciento de los niños de cinco a 11 años presentan sobrepeso y obesidad; 23.7 por ciento de los jóvenes de 12 a 19 años, y 64.6 por ciento de los mayores de 20 años. El Istmo es una región con altos índices de este padecimiento. Juchitán ocupa el primer lugar estatal en obesidad femenina.

La falta de diagnósticos adecuados es un problema más. Desde hace varios meses, Citlali Sánchez y su pequeña hija, de cuatro años de edad, han peregrinado por diversos hospitales del Istmo. La niña presenta dificultades para caminar y ningún médico local encontró la razón. Cuando supo que los especialistas de Cuba estaban en la zona, no dudó.

La atendió la ortopedista, su primer diagnóstico es que al parecer mi niña tuvo una infección en la garganta que no se atendió correctamente y le afectó los huesos. En unos días tenemos una nueva cita para que la atiendan de nuevo, dice Citlali.

Se han detectado varias fallas, pero quizás una de las más extrañas es que varios números no cuadran. Hay quienes han entregado datos poco creíbles reportando hasta 200 atenciones. Cuando el supervisor cuestiona si es por unidad, la respuesta lo sorprende: No, por médico. Con lo que acota de inmediato: Sólo me ajustaría si estuvieran dando consultas de tres minutos.

Pero el compromiso entre los trabajadores de la salud es evidente, incluso entre quienes no están en apoyo directo a los pacientes. Una misión que cumplía labores no propiamente de atención médica en la costa fue abordada por una mujer que dijo ser enfermera, de nombre Maritza Ayala. Al ver los logotipos de la Ssa en la camioneta se acercó para denunciar que en el Hospital de Tapana no querían atender a una mujer con virus de papiloma humano y que está por dar a luz.

Presto, uno de los integrantes del equipo tomó los datos y al regresar a Juchitán realizó gestiones para que el caso se atienda en el hospital móvil y el bebé pueda ser uno más de quienes han nacido en los Atlantes.