Sociedad y Justicia
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Cada año, el nivel del suelo baja hasta 30 centímetros en algunas zonas, indica estudio

Al reconstruir, deben considerarse hundimientos en CDMX: UNAM

Por fracturas y agrietamientos, 3.9% del territorio capitalino es de alta vulnerabilidad

La mayoría de los edificios colapsados en el sismo se sitúan en un corredor de fallas estructurales

Foto
Edificio dañado en avenida PacíficoFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de octubre de 2017, p. 29

Año tras año, la Ciudad de México se hunde. Y lo hace a una velocidad promedio de entre 20 y 30 centímetros anuales, aunque hay puntos donde llega casi a 40. Además el suelo de la zona es propenso a fracturas y agrietamientos, todo lo cual deberá tomarse en cuenta para la reconstrucción de la infraestructura tras los sismos de septiembre, de acuerdo con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y funcionarios públicos.

Un estudio de la universidad presentado ayer que 3.9 por ciento de la capital es de alta vulnerabilidad a la fracturación de los suelos, 23.6 por ciento, media, y 35.3 por ciento, baja. En tanto, 37.2 por ciento no tiene hundimientos.

Dora Carreón Freyre, investigadora del Centro de Geociencias, explicó que la extracción de agua del subsuelo, la densidad de población y las características del suelo son factores que explican los hundimientos. Una vez que aparece la fractura no es posible que vuelva a tener continuidad, el sistema ya está roto y se debe actuar de acuerdo con esta característica, enfatizó la académica de la UNAM

Junto con Carlos Valdés González, director general del Cenapred, presentó un mapa digital que muestra zonas de fracturas, herramienta pública que puede consultarse en el sitio www.atlasnacionalderiesgos.com.mx. Aunque es susceptible de mejorar, en este instrumento los expertos detectaron 12 sitios de la capital con deformación crítica, ubicados en diversas colonias de Iztapalapa, Iztacalco, Tláhuac, Cuauhtémoc, Benito Juárez y Xochimilco.

No son delegaciones completas, sino colonias precisas, pero hay demarcaciones, como Iztapalapa, en donde gran parte del territorio está afectada, resaltó.

¿Deberíamos habitar en un lugar con esas características?, la respuesta debería de ser no, pero ya estamos aquí y no nos vamos a ir de la ciudad, indicó.

Realizar el estudio, señaló, tuvo un costo de 5 millones 850 mil pesos y permite conocer y entender los hundimientos y agrietamientos de la zona.

Carreón explicó que la finalidad del estudio, que encabezó por encargo del Cenapred, fueron analizar la vulnerabilidad a la subsidencia, hundimiento y fracturamiento del subsuelo; identificar sitios críticos con mayor probabilidad de afectación; y evaluar la vulnerabilidad social en zonas socioeconómicamente marginadas, pues en ellas hay una baja resiliencia o capacidad de adaptación.

La investigadora resaltó que a diferencia de las fallas geológicas (que son antiguas, regionales y no se pueden ver a superficie por su profundidad de más de dos mil metros en el subsuelo), las fracturas son fenómenos que ocurren en los primeros 500 metros de profundidad de la tierra y están vinculada a los sedimen-tos lacustres.

Los expertos han comparado los sitios dañados por los sis-mos de 1985 y 2017 e identificaron que los edificios colapsa-dos se sitúan en las zonas con más fracturas, especialmente en las delegaciones Benito Juárezy Cuauhtémoc.

“Ambas delegaciones corresponden a un corredor de fallas estructurales regionales muy grandes que atraviesan la ciudad de norte a sur, nosotros las llamamos la falla Mixuca y la falla Copilco y apenas se está documentando".

En el caso del área de gran afectación al sur de Iztapalapa, limitando con Tláhuac, la experta señaló que se trata de fracturas que ya estaban reportadas y que en el último sismo se manifestaron como desplazamientos verticales del suelo, de casi un metro.

Valdés González, también investigador del Instituto de Geofísica, instó a responsabilizarnos como ciudadanos del suelo en donde tenemos nuestra vivienda y a nuestra familia, y conocer la situación particular en este mapa que ofrece el Cenapred a través de este estudio de la UNAM.