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19/S: El dolor y la esperanza

PRI y Frente Ciudadano chocan en sus propuestas

En San Lázaro discuten formas para ceder recursos públicos de partidos
 
Periódico La Jornada
Sábado 30 de septiembre de 2017, p. 4

Cortar el financiamiento público a los partidos políticos como forma de apoyo a los damnificados por los sismos, huracanes y tormentas tropicales en el país ha levantado, en la Cámara de Diputados, una polémica que frena las alternativas legislativas para modificar la Constitución y permitir el flujo de 6 mil 800 millones de pesos a la reconstrucción el año próximo.

La propuesta de abandonar el esquema de financiamiento público permitiría a los partidos acceder a discreción a recursos privados –práctica que ya existe–, y es precisamente en ese terreno donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Frente Ciudadano por México (integrado por PAN, PRD y Movimiento Ciudadano) dirimen sus contradicciones, a mes y medio de aprobarse el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018.

Los recursos que cederían los partidos a la reconstrucción son públicos y forman parte de la gran bolsa de gasto programada para el año próximo, calculada en más de 5 billones de pesos. Ninguna fuerza partidaria aportaría de sus activos recurso alguno para la reconstrucción.

Así, el choque entre las dos fuerzas antagónicas en San Lázaro dejó ver que el debate será intenso y complicado por las implicaciones sociales y las político-electorales que conlleva.

El priísmo, por conducto del secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales, Braulio Luna, denunció al presidente de ese órgano, Guadalupe Acosta, porque pretendería congelar las iniciativas que tienen que ver con el financiamiento a los partidos y con los plurinominales que ha presentado el PRI. México no puede esperar más para este tema, el proceso de reforma constitucional es lento, la comisión, las dos terceras partes del Congreso, las legislaturas de los estados, lo tenemos que votar antes de que tengamos presupuesto. Seríamos incongruentes votar un presupuesto a los partidos políticos habiendo presentado una iniciativa que elimina los recursos públicos a los partidos políticos.

En respuesta, el perredista Acosta endureció el tono: “Lo que urge es que el dinero de los partidos, que en este momento se está entregando sin reforma constitucional –como lo hizo el PRI–, se vaya a la reconstrucción y a la ayuda de los damnificados, pero eso ya está ocurriendo sin necesidad de que ahorita se haga la reforma. Nosotros no podemos devolver 2018 si todavía no nos lo han dado; lo que hay que entregar ahorita es 2017.

¿Cómo le hago para que los partidos regresen 2018 si todavía ni siquiera se ha aprobado ese presupuesto? Urge, sí, discutir los temas. A mí no me ha llegado ninguna iniciativa. Miente el señor Braulio: a mí no me ha llegado ninguna iniciativa ni ninguna solicitud para que convoquemos a la Mesa.

El diputado Luna había externado que más que análisis se debe votar: La nuestra es una exigencia y un llamado categórico, porque desde abril no se vota en la Comisión de Puntos Constitucionales, estamos en sesiones de foros, escuchando, dialogando, pero hay que ir a votar. Exigimos que se vote, lo que sea blanco, que sea blanco, lo que sea negro, que sea negro, nada de grises, que pasemos del discurso a la acción, que pasemos del dicho al hecho y que veamos de qué está hecho cada diputado y cada fuerza política a pasar a votar el cero dinero a los partidos políticos y cero plurinominales. No venimos a la Cámara de Diputados sólo a filosofar, venimos a actuar y por eso ingresaremos este documento para que podamos decirle a la gente que los partidos políticos se tendrán que financiar con otros mecanismos de orden privado.

Precisamente por las implicaciones de retirar el financiamiento, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales adujo estar por que haya una discusión con especialistas sobre el tema. No creo que eso esté mal, salvo que ellos no quieran que invitemos a José Woldenberg o no quieran que invitemos a Diego Valadés o a personas que conocen del tema a que nos den una opinión de un asunto que no es cualquier cosa. Ya que el presupuesto se aprueba hasta el 15 de noviembre, tenemos tiempo suficiente para acordar cualquier reforma constitucional antes de que se apruebe el presupuesto.