Por primera vez desde el incremento de precios de la gasolina en enero, la inflación tuvo una pausa en la primera quincena de septiembre. El alivio vino por el lado de las mercancías alimentarias, entre ellas de productos de alto consumo en el país, como el jitomate, tomate verde y aguacate, cuyo costo al público fue menor que en meses previos. No obstante siguió la presión derivada de los energéticos, que subieron como consecuencia de un huracán que golpeó Texas, la región desde donde se importa más de la mitad del combustible que se consume en el país.

Septiembre es tradicionalmente de alta inflación por el inicio del regreso a clases. En la primera mitad del mes la inflación fue de 0.34 por ciento, menor a la del mismo periodo del año pasado, cuando fue de 0.54 por ciento, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Con ese resultado, la inflación anual se situó en 6.53 por ciento, nivel inferior al previsto por analistas financieros, que la situaban en 6.59 por ciento. También resultó menor a la inflación anual de la primera quincena de agosto, que fue, igualmente, de 6.59 por ciento, de acuerdo con datos del organismo.

Estimamos que la inflación comience a converger con el objetivo del Banco de México a partir de esta primera quincena de septiembre, comentó Alejandro Saldaña, analista de Ve por Más.

La inflación fue de 2.30 por ciento en 2016, la más baja desde que existe registro. A partir de enero, el alza en el precio de las gasolinas –que subieron de golpe un promedio de 24 por ciento– y el efecto de la depreciación del peso en los productos importados, la llevaron fuera del objetivo del Banco de México, que es de 3 por ciento con un intervalo de variación de +/- un punto porcentual.

La medición de la primera quincena de septiembre muestra un desempeño favorable, que apunta a menores presiones inflacionarias, consideró Eduardo González, analista de Citibanamex. Esto parece confirmar que fue efectivamente en la segunda quincena de agosto cuando la inflación anual alcanzó su máximo, en 6.74 por ciento, añadió.

Una de las razones que explicó el comportamiento de la inflación en la segunda quincena de septiembre fue la evolución del precio de bienes agrícolas. Hasta agosto, fueron los que mayor presión alcista ejercieron sobre la inflación general, dijo González.

Por segunda quincena consecutiva, los productos agropecuarios registraron un menor crecimiento anual, no obstante que siguen mostrando una variación importante respecto a 2016, comentó por su parte Alejandro Saldaña, de Ve por Más.

Fueron los casos del jitomate y tomate verde, que en la primera quincena de este mes tuvieron una disminución de 11.94 y 11.25 por ciento, respectivamente; mientras, el plátano retrocedió 4.94 por ciento y el aguacate lo hizo en 3.01 por ciento, según el Inegi.

En cambio, la cebolla –también un producto de alto consumo entre la población– subió 20.47 por ciento en la quincena; la calabacita, 14.23, y las colegiaturas de prescolar y primaria en 4.46 y 4.35 por ciento, respectivamente.

Las gasolinas y el gas contribuyeron al alza en el precio de los energéticos, en el primer caso influido por el efecto del huracán Harvey en Texas.