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La ayuda reconforta, expresa víctima agradecida con amigos y voluntarios

Buscan reconstruir con los ladrillos de las casas caídas
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Entre los escombros de su vivienda destruida por el temblor, Teresa recoge tabiques para construise una cocinaFoto Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 17 de septiembre de 2017, p. 10

Unión Hidalgo, Oax.

Teresa recoge tabiques anaranjados, los pone en una carretilla y limpia con una escoba vigas de madera para hacerse una cocina. Su casa, herencia de su abuela, quedó destruida con el terremoto.

La tristeza la invade, no puede superar perder su vivienda; le duele porque era su único patrimonio.

Junto con amigas y conocidas limpia lo que quedó de su morada, sacaron escombros y llevan los ladrillos que recuperaron y unas cuantas tejas que utilizará.

Originaria de Unión Hidalgo, madre y jefa de familia, fue auxiliada por sus hermanos, que viven fuera de esta demarcación; sin embargo, ahora se quedó sola. Todas mis cosas estaban ahí adentro, no recuperé nada. No tuve tiempo, el techo se vino encima de mí y de mi hija, quien por el susto perdió a su bebé; tenía cinco meses de embarazo, narra.

Teresa llora, pero se reconforta porque sus amigos y vecinos le han ayudado con ropa y alimentos, y está muy agradecida con los voluntarios que van de casa en casa y entregan una bolsa de despensa.

Aquí pasan de todos lados, de verdad que se han solidarizado con nosotros. Algunos me traen una cobija, otros comida, una colchoneta, agua, en fin, ha sido una gran ayuda, estoy muy agradecida, expresa.

–¿Y de las autoridades? –se le pregunta.

–Nada –responde Teresa.

Los únicos que me han dado una colchoneta son los del Ejército. Me vieron sentada en la calle y me la dieron. Del Presidente no sabemos nada; hay muchas necesidades, esperamos que pasara a la casa a ver cómo quedó, cómo el terremoto acabó con nuestras casas, pero hasta el momento nada.

Teresa no se da por vencida, en medio de esta tragedia que vivió recibió una gran noticia, su hermano le prestará un nuevo refugio, donde podrá vivir en espera de que las autoridades le puedan dar un apoyo para reconstruir la suya.

Ella no se cansa de llenar con ladrillos su carretilla, dice que ya perdió la cuenta del cuántos ha recogido; su meta es reciclarlos.

Como Teresa, muchas mujeres de Unión Hidalgo limpian su único patrimonio, toman las escobas y barren escombros; otras también recuperan los ladrillos.