Un recorte más al presupuesto para la ciencia, la tecnología y la innovación es lo que el gobierno propone para el próximo año.

En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2018 se plantea disminuir los recursos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 4.7 por ciento respecto del gasto que le fue aprobado para 2017, con lo que pasaría de 28.3 mil millones de pesos a 26.9 mil millones.

Luego de que en los primeros años del gobierno de Enrique Peña Nieto el Conacyt había tenido aumentos presupuestales, en 2017 tuvo un recorte de recursos de 23 por ciento –7 mil millones de pesos menos en relación con lo ejercido en 2016–, y la propuesta para el próximo año también está a la baja.

Si el presupuesto no es cambiado por el Congreso, con el nuevo recorte quedará incumplida la meta del gobierno de Peña Nieto de invertir al final del sexenio el uno por ciento del PIB en ciencia. El máximo al que se habría llegado sería 0.57 por ciento de 2016, cuando la inversión en la materia llegó a su punto más alto.

La Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otras instituciones se han pronunciado en contra de que sean reducidos los presupuestos destinados a la ciencia, la tecnología y la innovación.

Hace unas semanas, el presidente de la AMC, José Luis Morán López, dijo que mantener esa tendencia no resuelve los problemas económicos del país, sino al contrario: invertir en ciencia es la vía para solucionar los retos.

Para el presupuesto de 2018, Morán consideró que lo mínimo que se podía desear era que la inversión federal en ciencia, tecnología e innovación recuperara los montos de 2016.

Me conformaría con que nos reincorporaran el porcentaje que recortaron este año, pero para seguir la curva de crecimiento que había propuesto el gobierno y si queremos dar un salto trascendental, sería necesario un incremento de entre 30 y 35 por ciento del presupuesto en relación con este año, declaró en un encuentro con periodistas.

El rector de la UNAM, Enrique Graue, ha advertido que si el Estado no aporta al menos el uno por ciento del PIB en ciencia y tecnología, y garantiza la cobertura de 50 por ciento en el nivel superior, el país no podrá sortear los retos educativos para 2050.