Un vaquero del rocanrol –rubio, tatuado, sombrero y vestido de negro– es el cantante Charlie Monttana. Su reciente disco se vuelca en una declaración filosófica, mágica y espiritual titulada Decreto por el regreso de los buenos tiempos.

El roquero con más de tres décadas en el ambiente artístico, quien acaba de lanzar su nuevo cedé, dice a La Jornada que esta producción es un canto al gozo, a la felicidad, al baile y a la música para pasarla bonito.

Además, “son canciones inéditas; no grabé ni un cóver. Hay rolas de amor, baladas y rocanrol; también participa Radio Caos y canta conmigo Mon Laferte”.

Con su divertido estilo afirma: “Las rolas también están dirigidas a los millennials!” Hace la aclaración porque el disco compacto incluye las canciones Whatsapp, ¡Vete al carajo! y No me salgas con cuentos.

Sobre la rola Whatsapp, detalla: a una chica le llegan en la madrugada mensajes a su celular y su novio, amante, marido o concubino los descubre, pero, éste sólo quiere hablar con quien envía los textos para decirle ¡aguas, wey!

En el disco sus fans también escucharán Carretera antigua a Texas, Rock in Hollywood, Aunque no me quieras, Protégeme (con Mon Laferte), Luna rota y astillada, Versos solitarios, Tómatelo con calma y No puedo más, además de la versión acústica de Protégeme y el bonus track Lucha por el rock.

Decreto por el regreso de los buenos tiempos es el disco 29 de Monttana y es resultado de 34 años de trabajo, que no he interrumpido ni por tos o gripa.

Sin duda, he sido muy feliz en este rollo, porque me gusta lo que hago. El truco es agitar las hormonas con ritmo renovando y espíritu de éxito.

Antes todo era austeridad

En más de tres décadas de trayectoria, explica Charlie Monttana, “lo que más agradezco es la presencia del público y su aprecio, porque es difícil conquistar nuevos mercados. Había personas a las que no le gustaba o no me conocían.

Hace 25 años no había Internet, no había disqueras, ni el Chopo ni canales de cable. Todo era austeridad. Incluso, celebra “haber echado a perder a varias generaciones con mi música: me jacto de que me hayan escuchado desde el abuelo hasta el nieto.

He sido muy feliz de andar en este camino; he tocado en muchísimos lugares bien raros y en otros comunes, pero esta carrera ha sido una fiesta permanente.

En Decreto por el regreso de los buenos tiempos, el roquero aboga por que regrese el imperio de la luz y se desvanezca el de las tinieblas; bendito sea el regreso de la alegría, la fiesta, la bonanza, la buenaventura, la felicidad doméstica, el brindis, los amigos y el ánimo fraterno.

También pide que regrese la riqueza de pasarla bien sin necesidades extras, el buen humor, la sonrisa fácil, la pasión, la alquimia, la buena voluntad del amor; que regresen esos detalles que siempre nos hicieron felices, sin tener que pedir perdón, sin dar explicación, sin pedir más que todo sea bueno otra vez.