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Ediciones Era publica Bisonte mantra, la obra más reciente de Luis Jorge Boone

La poesía es un ritual que permite conectar lo sagrado con lo terrenal, sostiene autor
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Un día me preguntaron si creía en Dios y contesté que Leonard Cohen es Dios, porque para mí es como el poeta que se asume profeta, pero desde fuera de una religión para poder verla y criticarla, desprenderse de ella e ir al abismo, explica Luis Jorge Boone (Monclova, 1977), en entrevista con La JornadaFoto Luis Humberto González
 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de agosto de 2017, p. 4

La poesía “es un mantra, una oración y un ritual que te conecta con cosas tuyas que ni siquiera sabías que existen”, sostiene el poeta y narrador Luis Jorge Boone, de quien Ediciones Era acaba de publicar la obra Bisonte mantra.

Esa obra, en la que explora el misticismo del paisaje desértico, fue presentada ayer en la sede de la editorial.

Se trata de un canto espiritual, la bitácora de un éxodo introspectivo a campo traviesa y un poema largo en el que se fragmentan dos desiertos –uno físico, otro inmaterial–, así como la experiencia de habitarlos.

Rencuentro y viaje al origen

En entrevista con La Jornada, Luis Jorge Boone (Monclova, Coahuila, 1977) explica que cree mucho en las etapas de la mente: “el consciente, donde siempre estamos; el subconsciente, que es el gran espacio pero sobre el que no tenemos control, y en el preconsciente, que es como el puente. Creo que este es mi preconsciente, porque me ayuda a sacar cosas que no sé pero las digo y para la función del mantra es también un puente como la oración, el mantra, el ritual, todos estos instrumentos que nos desconectan un poco de la aplastante realidad y nos conectan con nosotros, con la bodega del subconsciente”.

Considera que su Bisonte mantra es un rencuentro, un viaje al origen o a la raíz de varias maneras, porque uno se inventa la historia de su vida. El novelista británico, Julian Barnes, dice que la vida no es de uno, sino nada más la historia que podemos contar de ella. También creo que los orígenes son los que podemos contar y los que no podemos encontrar”.

En su poema fragmentado, en el que retrata el desierto, Boone presenta estampas, diversas manera de ver el páramo, de habitarlo. Describe el paisaje y sus alrededores, desde la fauna, la flora y el ecosistema, pero también desde cómo vivió ese espacio para volverlo literario.

“Monclova es una ciudad pequeña donde no había mucha vida cultural y poco a poco fue cambiando porque así lo quise ver. Fui rastreando sus versiones literarias, sus espacios que podían tener una relación con el lenguaje que me importaba y de pronto ya estaba convencido de que toda la región centro de Coahuila es también Cuatrociénegas, la carretera, el desierto; es el cielo, el paisaje, Monclova y sus atardeceres.

También son los autobuses donde los recorres, el coche para ir a Piedras Negras, a Los Mochis. Llegó un momento que recorrer cualquier espacio se volvía una búsqueda literaria y eso quise hacer. No soy un hombre religioso, pero sí creo que hay algo sagrado en el lenguaje y que la poesía es mi manera de conectar lo sagrado con lo cotidiano, lo terrenal, así que el poema es una especie de oración y eso es este libro.

El libro Bisonte mantra, con el que Boone obtuvo el Premio Nacional de Poesía Carmen Alardín en 2015, alude al monje Leonard Cohen. Al respecto, Boone detalla: “Un día me preguntaron si creía en Dios y contesté que Leonard Cohen es Dios, porque para mí es como el poeta que se asume profeta, pero desde fuera de una religión para poder verla y criticarla, desprenderse de ella e ir al abismo.

“Él es la muestra del poeta que sabe que tiene una relación con lo sagrado y tiene una responsabilidad acerca de eso y que de pronto le pesa mucho, pero que siempre trata de responder. Él es como uno de los tres poetas de mi vida.

Cohen es una figura que tiene que veer con lo sagrado, pero también con lo terrenal y al final de cuentas eso hacemos quienes escribimos o creamos arte. Ponemos algo donde nada hay y eso es abrir un mundo, crear un paisaje, re-ordenar un poco lo que ya está para hacerlo nuevo.

Para Boone cada quien puede erigir su propio paisaje y se dice convencido de que la construcción de la realidad sea sólo lo de afuera, pues igual importancia tienen la imaginación, la memoria, la invención y la creación.