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El domingo próximo concluirá en la Cineteca Nacional la muestra sobre el realizador

Kubrick se volcaba en sus historias con la energía que da el amor

Se exhiben 823 piezas, entre objetos personales, fotos y vestuario, en una museografía que simula un set

La mirada al universo del cineasta culminará con conciertos en el Cervantino

 
Periódico La Jornada
Jueves 27 de julio de 2017, p. 6

Con sus archivos fílmicos, Stanley Kubrick dejó huella en la historia del cine mundial.

Hay géneros que no pueden entenderse sin mencionar algunas de sus películas, en cuya esencia se puede respirar el amor.

En cada proyecto, el neoyorquino se volcaba en sus historias con esa energía basada en la dopamina, según comentaba Jan Harlan, productor de las más representativas de sus películas, quien también era su cuñado.

Hacer una película es difícil, pero crear una que permanezca en la historia requería del amor, reiteraba Harlan, quien en mayo vino a presentar la exposición sobre el realizador que, luego de ocho meses, termina su estadía en la Galería de la Cineteca Nacional.

Kubrick ahondó en los cimientos de la condición humana. Algunas de sus cintas podrían clasificarse en géneros cinematográficos específicos, como el cine bélico, de ciencia ficción o de horror; sin embargo, el universo del director resulta complejo para ser encasillado. Su cine, su temática, su estética y su narrativa profundizan en un pesimismo producto de la fragilidad del ser humano, ya sea en el ámbito político, social o hasta sexual, explica en el catálogo de la muestra el director del recinto, Alejandro Pelayo.

La kubrickmanía llegará a su fin el 30 de julio tras una exhibición que “se alejó de los museos tradicionales, la cual se intentó que fuera lo más parecido a un set de filmación, para que el visitante se sintiera dentro de una película”, señaló el director artístico y encargado del montaje, Ezra Buenrostro.

Foto
Stanley Kubrick en el interior de una reproducción de la nave Discovery, que utilizó para la cinta 2001: Odisea del espacio Foto cortesía de la Cineteca Nacional

Generar públicos cinéfilos es el propósito de Stanley Kubrick: la exposición, que presenta 823 piezas, entre objetos personales, fotografías, vestuario e instalaciones.

La muestra, que ya fue montada en San Francisco, Monterrey, Seúl, Toronto, Cracovia, Ámsterdam y París, entre otras ciudades, es cronológica y ambientada de una forma escenográfica.

En los cuatro niveles de la galería también se exhiben maquetas, guiones, documentos personales y proyecciones.

Actividad valorada en México

El martes, además de Ezra Buenrostro, el crítico y colaborador de La Jornada Juan Arturo Brennan, el investigador y escritor José Antonio Valdez, así como los restauradores Renato Camarillo y Sofía Arévalo ofrecieron una charla sobre el proceso de montaje de la muestra.

Montar una exposición de esta naturaleza significa conjuntar especialistas en muchos campos, y quiero agradecer porque vimos que sí es algo valorado en México, afirmó Arévalo, encomendada al cuidado de los objetos del realizador, quien se inició como fotógrafo y periodista.

La exhibición fue trasladada desde San Francisco y 90 por ciento de sus objetos son originales. Ha sido vista por más de 150 mil personas en varias partes del mundo.

El universo de Kubrick culminará en México con un concierto sinfónico el 27 de octubre en el Festival Internacional Cervantino, y otro el 29 del mismo mes en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.