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En su exposición Un hombre con pasado hay un currículum oculto, dice a La Jornada

Pintura, cajas objetos y el alter ego de Jaurena se exhiben en el Museo de Arte de Hacienda
 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de julio de 2017, p. 6

Hay un currículum oculto en Un hombre con pasado, exposición de Carlos Jaurena (CDMX, 1964), montada en el Museo de Arte de Hacienda.

Para el pintor y creador de arte objeto la persona no sólo se forma en la escuela, sino también en la vida. En los conciertos de rock, el desaparecido Bar 9, la fiesta o en otras experiencias que involucran el consumo de drogas o haber estado en la delegación tras las rejas por algunas horas al menos, explica.

Es un currículum que un artista quizás ocultaría en favor de los estudios académicos, dónde ha expuesto y qué premios ha obtenido cuando solicita trabajo. Uno no puede balconearse así; sin embargo, me parece que la obra artística permite este tipo de acercamientos en el sentido de que uno deja ver que su formación también ha sido el cine, la literatura y las experiencias vivenciales.

Personajes de alter ego

En las obras de Jaurena también hay personajes de alter ego, en que el artista se ve reflejado. Se trata de un hombre de los años 30 y 40 del siglo pasado, con traje, de corbata, con aspecto serio. “Es un reflejo de lo que quiero ser: un hombre formal, educado, que puede cumplir con sus responsabilidades familiares y sociales, que lleva una carga de rebeldía también y tiene algo de galán. El cine mexicano estuvo plagado de personajes así desde Arturo de Córdova. Cuando comencé a crecer y me di cuenta de que mi padre también se vestía de traje, usaba sombrero, tenía ese rostro medio cinematográfico como lo podemos ver en la caja arte objeto Familia Jaurena Ross”.

Al egresar de la Escuela de Iniciación Artística 4 del Instituto Nacional de Bellas Artes, Carlos Jaurena deseaba ser exclusivamente pintor. Sin embargo, en algún momento me tropecé con el arte objeto y me seguí por allí. Pienso que tanto los temas de la pintura, las cajas y demás obras que presento van de la mano.

Ese tropezón ocurrió a finales de los años 80 cuando había muchas exposiciones de cajas. “En todo el mundo se hacían, hasta los –pintores y grabadores– que no tenían acercamiento directo con el objeto. Con los años todo esto se fue decantando. Ahora somos muy pocos los que aún cultivamos este género. En algunos casos creo que he cambiado un poco el color, el estilo o le he dado un giro no tanto dentro de la caja sino fuera de ella, como la pieza de laminitas (41 placas de metal recortado) que está a la entrada de la sala. Se titula Algo que vi, algo que viví, que todavía es un objeto, sin embargo, a la vez es un dibujo y termina siendo una instalación si así la quiero nombrar”.

En Un hombre con pasado también hay referencias a los ex votos y al arte popular: Cuando me he puesto a analizar mi obra me doy cuenta que gran parte de mis influencias han sido, por un lado, la escuela mexicana de pintura que está presente aquí. Podemos ver ecos de Alfredo Zalce, Manuel Rodríguez Lozano, pero también del arte popular desde los pequeño retablos religiosos donde guardan la virgen y le ponen flores.

La muestra Un hombre con pasado concluirá el 20 de agosto en el Museo de Arte de Hacienda (Moneda 4, Centro Histórico).