Sociedad y Justicia
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Tribunal en Melbourne investiga delitos de décadas atrás

Número 3 del Vaticano llega a Australia para enfrentar acusaciones de pederastia
 
Periódico La Jornada
Martes 11 de julio de 2017, p. 31

Sydney.

El cardenal australiano George Pell, responsable de finanzas del Vaticano que dimitió temporalmente de su cargo para defenderse de acusaciones de abuso sexual en Australia, ya está en su país.

La televisión local mostró cómo esta mañana Pell abandonaba el aeropuerto de Sydney con una escolta policial. Pell tendrá que comparecer ante un tribunal en Melbourne para responder por acusaciones de abusos a menores, después que las autoridades australianas le abrieron una investigación.

Pell, de 76 años, es una especie de número tres del Vaticano como responsable de finanzas, aunque dejó de forma temporal su cargo el 29 de junio para defenderse de las acusaciones.

Se trata de la primera investigación contra una autoridad del Vaticano de tan alto rango. Pell niega las acusaciones y asegura que son falsas. Ahora pretende demostrar su inocencia ante los tribunales, aseguró.

Antes de ser trasladado a Roma, Pell fue arzobispo de Melbourne y Sydney. A principios de 2014, el papa Francisco le nombró secretario de Economía del Vaticano, un puesto de nueva creación similar a un ministerio de finanzas.

Aún no están claras las acusaciones contra Pell, que no han sido divulgadas por el tribunal, pero las investigaciones se referirían a varios delitos que se remontan a décadas atrás. La corte tampoco reveló quiénes son los demandantes.

En el pasado se presentaron varias acusaciones por supuesto abuso sexual de menores cuando Pell se desempeñaba como sacerdote en Ballarat (1976-1980) y como arzobispo en Melbourne (1996-2001).

En julio del año pasado, dos hombres presentaron demandas contra el religioso asegurando que éste abusó de ellos en una piscina en los años 70. Otro hombre afirmó que Pell se desnudó en los años 80 delante de unos chicos en un vestidor.

Las acusaciones son especialmente delicadas, porque Pell admitió que durante años la Iglesia católica de Australia restó importancia al abuso sexual de niños. El propio clérigo fue criticado por haber encubierto tales casos y tuvo que presentarse ante una comisión de investigación en Australia debido a las acusaciones.