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Pobreza e inseguridad encara cada día el estudiantado, advierte la directora general

Conalep, ante el reto de superar uno de los más bajos desempeños académicos del país

Unos 250 mil alumnos desertaron del colegio entre 2012 y 2016, estima la institución

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En el Conalep tenemos uno de los mejores modelos de vinculación escuela-empresa, afirma la directora general de la institución. En la imagen, alumnos del plantel Tlalpan se encaminan hacia una práctica, el 17 de febrero pasadoFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Lunes 26 de junio de 2017, p. 12

Con una matrícula de 308 mil alumnos atendidos en 307 planteles en todo el país, el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) enfrenta múltiples desafíos. Un elevado porcentaje de sus alumnos aún obtiene bajos puntajes –76.4 por ciento– en comprensión lectora y –86.1 por ciento– en ­matemáticas.

A casi cuatro décadas de su creación, se ubica entre las instituciones públicas de educación media superior con más bajo desempeño académico en el país.

Su tasa de deserción escolar aún supera en más de cinco puntos porcentuales la media nacional, pues 17.9 por ciento de sus estudiantes abandonan las aulas antes de concluir su formación, frente a un promedio en el país de 12.6 por ciento. Tan sólo en el periodo 2012-2016, el Conalep estima que 250 mil jóvenes desertaron de sus aulas, y sólo 48.8 por ciento de quienes se inscriben logran concluir el bachillerato en el tiempo reglamentario.

El reto, reconoce su directora general, Candita Gil Jiménez, no es menor. En entrevista con La Jornada, destaca que 80 por ciento de los planteles Conalep se ubican en municipios de alta y muy alta marginación.

Cifras de la institución indican que 35.7 por ciento de sus egresados proviene de hogares con percepciones mensuales que no superan 4 mil pesos; otro 20.7 por ciento tiene una media que va de 6 mil a 10 mil pesos de ingreso familiar. Y seis de cada 10 jóvenes que acude a sus aulas reporta que el nivel máximo de estudios de sus padres es la educación primaria o secundaria.

Reingeniería de becas

La funcionaria, ex rectora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y primera mujer en encabezar el Conalep, reconoce que entre sus objetivos está el reconstruir el sistema institucional de esa casa de estudios, pues por muchos años –asegura– nos administramos como islas, pero otra de sus metas, afirma, es consolidar la marca Conalep.

Entre los avances destaca la transformación aplicada en el esquema de becas, pese a que sólo 30 por ciento de sus alumnos, admite, pueden acceder a este apoyo.

El tema es muy delicado, afirma, sobre todo cuando hablamos de jóvenes que tienen la necesidad de contar con una beca. Reconoce que al llegar a Conalep el programa de becas disponía que un semestre se entregaba el apoyo a un alumno y al siguiente a otro, lo que no generaba un impacto en la permanencia; tras una reingeniería en los lineamientos para la entrega de becas, asegura, quienes mantienen los requisitos la refrendan en automático.

Desigualdad social e inseguridad

“Nuestros alumnos –admite Gil Jiménez– vienen de familias humildes y de los hogares más desprotegidos. La mayoría de nuestros planteles están en municipios que forman parte de la Cruzada Nacional contra el Hambre”, a esto se suman los contextos de inseguridad y violencia que enfrentan muchos de los centros educativos.

Los jóvenes de 15 a 19 años están siendo victimizados por muchos factores, señala. Los asaltan cruzando el puente o los esperan en los paraderos de los camiones. Sabemos que existen bandas y que en las colonias hay un control territorial. A estas condiciones, agrega, se suma el embarazo no deseado como causas del abandono escolar, el cual, reconoce, aún es nuestro gran tema.

En el Informe de factores que motivan el abandono escolar en el Conalep; nacional y Ciudad de México 2016 también se incluyen entre las principales causas de la deserción la reprobación escolar y los factores socioeconómicos, con 38.2 y 16.7 por ciento de los casos, ­respectivamente.

La asignación de turno y el que no les guste la carrera técnica en la que están inscritos, representa al menos 18 por ciento de las deserciones, además de que 63.2 por ciento de quienes desertaron no contó con una beca durante sus estudios. Gil Jiménez asegura que en años recientes se avanzó en reducir la deserción, pero el desafío, admite, aún es mayor.

Innovar la formación técnica

A pesar que el modelo educativo impulsado por Conalep desde 1978, año de su fundación por decreto presidencial, ha sido innovador por su vinculación directa con la empresa, casi cuatro décadas después, admite Gil Jiménez, fue necesario hacer visible nuevamente a la institución e impulsar una propuesta educativa que hoy, asegura, demanda el mercado laboral: la formación de técnicos.

Hoy –afirma– la necesidad de empleabilidad está en formar técnicos, porque las tasas más elevadas de desempleo comienzan a generarse en los niveles más altos de la educación, como el posgrado.

“Quienes estamos al frente de las instituciones –explica– tenemos que estar revisando el mercado laboral, y si mañana tenemos que desaparecer carreras, se hará para transformarlas en las especializaciones que se demanden. Nos hemos dado a la tarea de modificar contenidos y trayectos técnicos de la mano de empresarios, para redireccionar el conocimiento. Nuestro modelo formativo es dinámico.”

Pese a los desafíos, asegura que al concluir su administración en 2018, dejará un Conalep posicionado en el ánimo tanto de las familias y de los jóvenes. Nos eligirán como su mejor opción de estudios en bachillerato, una oportunidad de calidad y con reconocimiento no sólo nacional, sino internacional, pues entre sus metas para este año, agrega, está el lograr la certificación internacional de sus egresados.