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Serán trasladadas al Museo de la Revolución Mexicana de Puebla

Especialistas del INAH intervienen las osamentas de los hermanos Serdán
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Restos óseos de Aquiles, Máximo y Carmen Serdán, que debido a sus malas condiciones de conservación, son analizados por restauradores del Instituto Nacional de Antropología e HistoriaFoto Melitón Tapia/ INAH
 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de junio de 2017, p. 7

Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desarrollan trabajos de conservación en las osamentas de los hermanos Serdán, considerados los primeros mártires de la Revolución Mexicana.

Los restos de Aquiles, Máximo y Carmen Serdán Alatriste son analizados por expertos, luego de la elaboración de un diagnóstico sobre su estado a partir del cual se determinó el proceso y método más adecuado para su conservación.

Luisa Mainou, responsable del Taller de Conservación y Restauración de Material Orgánico de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, emitió –junto con las restauradoras Luisa Straulino y Andrea Cordero del Centro– un dictamen, en octubre pasado, a petición de la familia Serdán y del gobierno del municipio de Puebla, y determinaron que las osamentas estaban en malas condiciones.

La restauradora dijo que el esqueleto de Aquiles Serdán (1877-1910) es el que está en condiciones más desfavorables, mientras el de Máximo (1878-1910) es el que mejor se conserva y el de Carmen (1875-1948) se mantiene estable.

Los restos de Aquiles Serdán, al igual que los de su hermano menor, fueron depositados en un contenedor de metal en una segunda exhumación. En el de Aquiles se filtró agua, lo que provocó la disolución y recristalización de los minerales propios del hueso de manera heterogénea en la mayor parte del esqueleto. Además, hubo pérdida de material óseo en las escápulas, costillas y de muchos otros huesos que se degradaron.

Luisa Mainou dijo que el cráneo de Aquiles Serdán presenta el mayor daño por este fenómeno físico-químico. Debido a su fragilidad y la dificultad para manipularlo, el proceso de conservación se hará dentro del mismo contenedor hasta que se pueda mover sin dañarlo.

Mientras, el esqueleto de Máximo –añadió la experta– al igual que los de Carmen y Aquiles, muestra residuos de tejido blando y tierra, lo que le da un tono oscuro, pero está bien conservado. Los restos óseos de Carmen también están bien preservados, pero su estado es frágil porque murió a edad avanzada.

En la urna, prosiguió la restauradora, en la que descansaban los restos de Aquiles Serdán se halló una botella de vidrio fragmentada con un documento dentro, el cual también está totalmente roto, por lo que fue trasladado al taller de papel para ser intervenido por expertas con la finalidad de determinar su temporalidad y si aún conserva algún texto legible.

Artífices de revuelta la contra Díaz

En el proyecto de intervención también colabora el antropólogo físico Jorge Gómez Valdés, adscrito a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, y las restauradoras Judith Gómez González, Luisa Straulino, y Andrea Cordero.

Judith Gómez, especialista en textiles, explicó que en el contendedor de Carmen Serdán se encontraron fragmentos de materiales de color verde, que en un primer momento se pensó que podrían ser parte de la vestimenta con la que fue enterrada, pero al hacer los análisis se estableció que se trata de un material sintético que podría corresponder al forro de su féretro.

Uno de los sucesos más importantes con el que se inició la lucha armada fue la revuelta encabezada por los hermanos Serdán en la ciudad de Puebla, el 18 de noviembre de 1910, contra la relección del dictador Porfirio Díaz. En la refriega perdió la vida Máximo, el menor de la familia, mientras Carmen fue encarcelada y Aquiles acribillado un día después.

Luego de la intervención a los restos de los hermanos Serdán, éstos serán trasladados al Museo de la Revolución Mexicana de Puebla, donde se albergarán de forma permanente, informó el INAH.