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Bellas Artes incluye visita al fresco La voluntad de construir en su más reciente exposición

Resaltan obra del pintor y poeta Ángel Zárraga en el muralismo revolucionario

Hoy termina muestra de artistas de ese periodo, como Rivera, Siqueiros, Orozco y Tamayo

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Aunque iba a pintar cuatro frescos en la Biblioteca México, Ángel Zárraga sólo alcanzó a realizar uno antes de morirFoto Yazmín Ortega
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de mayo de 2017, p. 5

En el contexto de la exposición Pinta la Revolución. Arte moderno mexicano, 1910-1950, se realizó ayer una visita guiada al mural La voluntad de construir, del artista duranguense Ángel Zárraga (1986-1946), el cual se encuentra en la Biblioteca México.

La muestra, que hoy concluye en el Museo del Palacio de Bellas Artes, ha sido visitada por más de 159 mil personas y está conformada por piezas de artistas mexicanos del periodo revolucionario y posrevolucionario, entre las que figura una serie de ilustraciones de Ángel Zárraga.

El subdirector de exhibición del Museo del Palacio de Bellas Artes, Arturo López Rodríguez, fue el encargado de adentrar al público en la vida y obra del pintor y poeta mexicano. La visita comenzó en el patio central de la Biblioteca México y finalizó en el Patio de los Escritores, donde se ubica el fresco.

López Rodríguez explicó que en esta ocasión se vinculó la exposición temporal con los murales realizados en el país en el periodo de 1910 a 1950, y uno de ellos es La voluntad de construir, el último que pintó Zárraga en la Biblioteca de México como parte de un proyecto de cuatro frescos sobre la reconstrucción del país, y que no terminó porque murió el 22 de septiembre de 1946.

“No se conocen documentos o si existe un archivo familiar con datos de este proyecto, sólo se sabe que iba a pintar cuatro secciones con los títulos La voluntad de construir –el único que alcanzó a pintar–, El triunfo del entendimiento, El cuerpo humano y La imaginación”, indicó López.

Agregó que la temática religiosa estaba presente en las pinturas murales del artista duranguense y varios de sus frescos los realizó con la técnica antigua de la encáustica, que requiere de dominio y oficio.

Al referirse a la iconografía de La voluntad de construir, el subdirector de exhibición del Museo del Palacio de Bellas Artes dijo que la intención de Zárraga era vincular el pasado prehispánico, sobre todo lo sagrado, con la reconstrucción del presente; por eso pintó en los extremos dos cabezas de serpientes y forma una cruz con los cuerpos.

Mencionó que la composición es ascendente; en el centro aparece un hombre que sostiene en sus hombros a una mujer, quien a su vez carga a un niño que ofrece a la cruz, símbolo del cristianismo.

El mural alude a la devoción del artista por la religión y representa la continuidad de la vida y la esperanza de un futuro mejor.

Según la interpretación de López, el mundo reconstruyéndose después de la segunda Guerra Mundial está representado por 12 figuras humanas de diferentes razas que levantan o sostienen unas columnas y esto refleja a la humanidad en comunión.

En la explicación sobre la obra también se aclaró que no fue José Vasconcelos quien comisionó a Zárraga para pintar el mural, sino Jaime Torres Bodet, entonces secretario de Educación Pública. Sí hubo una invitación de Vasconcelos en la década de los 20 a varios pintores para que regresaran a México a decorar los muros de los edificios, pero Zárraga no aceptó porque ya tenía varios encargos en Francia, indicó López Rodríguez.

El público que acudió a la visita conoció datos sobre el artista, quien realizó parte de su formación en Europa, donde tuvo influencias que a la larga hicieron que su obra plástica se relacionara con las creaciones de Ignacio Zuloaga y Joaquín Sorolla, con quienes trabó amistad cuando tenía 18 años, y además incursionó en el muralismo y el cubismo.

López comentó que Zárraga realizó varios murales por encargo en Francia, entre ellos en el castillo de Vertcouer, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Salette, en París, y en la iglesia de los Mínimos, de Rethel. En México decoró la catedral de Monterrey entre 1942 y 1945, con más de 250 metros cuadrados.

Pinta la Revolución. Arte moderno mexicano 1910-1950 reúne 220 piezas de artistas como Rivera, Kahlo, Orozco, Siqueiros, Zárraga y Tamayo; concluye hoy en el Museo del Palacio de Bellas Artes (avenida Juárez y eje central Lázaro Cárdenas). El horario para la visita es de 10 a 18 horas.