Cultura
Ver día anteriorViernes 5 de mayo de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Es uno de los creadores plásticos más innovadores a escala internacional, define el jurado

Reconocen a William Kentridge con el Premio Princesa de Asturias de las Artes

Mediante emociones y metáforas documenta la realidad de su natal Sudáfrica, como hizo con el apartheid

El parisino Louvre y el Museo de Arte Moderno de NY han mostrado sus obras

Foto
Dibujos de la serie Félix en el exilio, 1999, de William Kentridge, flanquean la imagen y autorretrato del artista sudafricano, hombre comprometido con su tiempo y poseedor de larga trayectoria en la lucha por la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión.Foto Imágenes tomadas de Internet
Foto
William Kentridge (Johannesburgo, 1955) con algunas de sus obras, reunidas en la exposicion Fortuna y ojo en rotación, durante la conferencia y recorrido por esa muestra el 14 de marzo de 2014 en el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAMFoto Cristina Rodríguez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 5 de mayo de 2017, p. 5

Madrid.

Por sus méritos como creador y hombre comprometido con su tiempo, el jurado del Premio Princesa de Asturias de las Artes decidió reconocer al sudafricano William Kentridge.

El artista galardonado posee larga trayectoria en la lucha por la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión.

Con sus obras, Kentridge ha documentado uno de los episodios más vergonzantes del siglo XX: el apartheid, sistema de segregación racial que se instauró y perpetuó con violencia en su natal Sudáfrica durante casi cinco décadas.

Sus dibujos, grabados, video-instalaciones, collages y esculturas impugnan el régimen y la élite dominante de su país que protagonizaron hasta 1992 el racismo y el colonialismo.

El jurado, integrado por artistas, críticos de arte y promotores culturales, explicó en el acta que William Kentridge es uno de los artistas más completos e innovadores del panorama internacional, que ha expresado en su obra emociones y metáforas relacionadas con la historia y la realidad de su país, que trascienden, sin embargo, estas últimas, y plantean cuestiones esenciales de la condición humana, combinando temas en los que predomina la investigación puramente poética y estética con los de contenido sociopolítico. Se trata, por tanto, de un artista profundamente comprometido con la realidad.

Por la igualdad, desde la cuna

William Kentridge, nacido el 28 de abril de 1955 en Johannesburgo, es según el jurado “un creador meticuloso y profundo, que ha utilizado el dibujo, siguiendo la mejor tradición, como principal instrumento de expresión artística, a través no sólo de las obras sobre papel, el collage, el grabado y la escultura, sino también del videoarte, las películas animadas, las instalaciones y la escenografía, tanto en teatro como en ópera”.

En la reciente década ha recibido el reconocimiento de museos, como el Louvre y el de Arte Moderno de Nueva York, con exposiciones que acogieron con el conjunto de su obra, que representa la contribución más destacada del continente africano a la creación artística contemporánea con proyección mundial.

La vida de Kentridge estuvo marcada desde pequeño por la terrible realidad de la segregación racial. En su propia casa vio cómo su familia tomó partido por la defensa de la igualdad. Su padre, un abogado judío de origen lituano, decidió desarrollar su carrera desde la trinchera de la defensa de los derechos de los ciudadanos negros de Sudáfrica, que eran ampliamente mayoría, incluido un personaje histórico que cambió la historia de su país: Nelson Mandela.

Kentridge estudió ciencias políticas y estudios Africanos en la Universidad de Witwatersrand, donde se graduó en 1976. Posteriormente se matriculó en Bellas Artes en la Fundación de Arte de Johannesburgo. En los años 80 del siglo pasado se trasladó a París para estudiar teatro en la Escuela Internacional de Teatro Jacques Lecoq y trabajó como director artístico en series de televisión, antes de comenzar a crear animaciones a partir de sus propios dibujos.

Desde los años 90 ha combinado la práctica del dibujo con el cine y el teatro, convirtiéndose en un artista multidisciplinario que cultivado, además, la escenografía.

Al Premio Princesa de Asturias de las Artes de este año se postularon 43 candidaturas de 19 países. El de Kentridge es el primero de ocho premios Princesa de Asturias de este año, en que se cumple la edición 37.

En las próximas semanas se fallarán los galardones de Comunicación y Humanidades, Cooperación Internacional, Deportes, Ciencias Sociales, Letras, Investigación Científica y Técnica y Concordia.

Cada premio está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo del galardón–, 50 mil euros, un diploma y una insignia.