Sociedad y Justicia
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Hoy, Día Mundial del Asma

Cambio climático propicia más alergias y las agrava

Los síntomas son peores cada año: pacientes

 
Periódico La Jornada
Martes 2 de mayo de 2017, p. 34

Berlín.

Papá, me cuesta respirar, escuchó decir el presidente Barack Obama a su hija, que entonces tenía cuatro años. La pequeña tuvo un ataque de asma y fue ingresada de urgencia en el hospital.

En medio de aquella situación crítica, el mandatario se dio cuenta de las posibles consecuencias del cambio climático.

Numerosos expertos en el mundo advierten de la presencia de un polen cada vez más agresivo, sobre todo en las ciudades. Estiman que el cambio climático está propiciando cada vez más alergias entre la población y, con ello, el asma asociado a determinados tipos de alergia.

Los alérgicos al polen y los asmáticos ya sufren las consecuencias del calentamiento global. La condiciones para que las plantas sigan creciendo han mejorado y existen datos que corroboran que la temporada del polen es más larga en diversos países europeos. Mientras el caso de la alergia al polen afecta sobre todo a la parte superior de las vías respiratorias, el asma afecta a los pulmones.

La directora del centro Helmholtz, de la Universidad Tecnológica de Múnich, Claudia Traidl-Hoffmann, señala que los pacientes aseguran que los síntomas son cada año peores. Sobre todo afecta a dos grupos, explica. Los niños son especialmente sensibles, pero lo dramático es que estamos registrando un incremento de eccema y alergias también en personas mayores de 70 años, agrega.

Niños y ancianos, más sensibles

Personas que vivieron toda su vida sin ningún tipo de molestias se convierten ahora en alérgicos y eso ocurre cada vez más, sostuvo. ¿Y cómo puede pasar eso? Los expertos consideran que no sólo influye el cambio en el estilo de vida de las personas, que ahora están más tiempo sentadas delante de la televisión en lugar de caminar, sino que también existe una relación directa con las condiciones del medio ambiente, en las que se resienten más las repercusiones del cambio climático.

Son varios los factores que conspiran para hacer que el polen sea más fuerte y su efecto mayor, pero también que las personas sean más sensibles a él. En las grandes ciudades, el polen que se forma junto a las grandes avenidas está cubierto con partículas de hollín de los combustibles y resulta más agresivo para las vías respiratorias, algo que propicia más alergias. A ello se suma que el césped y las yerbas que crecen junto a las calles de mayor tránsito de vehículos, están expuestas a mucho CO2 y, por tanto, emiten un polen más fuerte.

Traidl-Hoffmann y sus colegas experimentan con plantas exponiéndolas en invernaderos a condiciones que se estima se darán en el futuro y han observado que sometiéndoles a temperaturas más secas y a una mayor carga de ozono, CO2 y óxido de nitrógeno, se dan más síntomas. Si el cambio climático prosigue como se pronostica, los afectados sufrirán mayores molestias todo el año.