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Ha generado angustia social, opina el curador del museo universitario

Diamante creado con cenizas de Barragán es obra de arte: Medina

La programación artística no es por decisión política o imposición jerárquica, y por tanto, está a salvo de presiones, algo que he reclamado durante decenios y acabamos de conseguirlo gracias a la doctrina Volpi, expresa en entrevista con La Jornada

Los opositores actúan de manera ingenua y tajante; aduce una campaña mediática que se ha mostrado ineficaz

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Cuauhtémoc Medina, curador del Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM, ayer, en entrevista con La JornadaFoto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de abril de 2017, p. 3

El anillo que tiene engarzado el diamante elaborado con las cenizas del arquitecto Luis Barragán es una obra de arte que abre una historia muy compleja, hay que darle la oportunidad de ser percibida como tal, dice Cuauhtémoc Medina, curador de la exposición Una carta siempre llega a su destino. Los archivos Barragán, de Jill Magid, donde se presentará esa pieza a partir del 27 de abril, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (Muac) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista con La Jornada, el crítico de arte explica que desde principios del año pasado se tenía programada en el Muac la presencia de la artista estadunidense para 2018, pero después de la elaboración de The Proposal (como se titula el anillo) él y Alejandra Labastida (la otra curadora del recinto) decidieron adelantar la exposición, pues les pareció que la recepción del proyecto ha sido sesgada, con momentos desafortunados, y nos importaba mucho que los debates que traza fueran asumidos en las condiciones del proyecto como obra de arte.

Estoy muy orgulloso de decir que una institución pública como el Muac ha decidido presentar una exposición porque es un caso problemático, pues un museo, además de hacer exposiciones para generar un gran gusto y placer, o revisar el pasado, debe presentar propuestas que toquen los nervios de la sociedad y la cultura. Esta exposición y esta obra lo hacen.

La exposición Una carta siempre llega a su destino. Los archivos Barragán es un proyecto que se aprobó en la gestión de María Teresa Uriarte, entonces titular de Difusión Cultural, quien es tía de la mencionada curadora Alejandra Labastida.

Qué pasa con los cuerpos

Cuauhtémoc Medina explicó que no habían anunciado de manera oficial la realización de la muestra, porque no lo hacen con mucha antelación con ninguna de las exposiciones y, además, existe el acuerdo de que cuando algo puede ser motivo de controversia, avisamos a la Coordinación de Difusión Cultural.

Fue así que antes de soltar la noticia a la prensa, continuó, se presentó todo el paquete a Jorge Volpi, quien llegó como titular de aquella dependencia en diciembre, pues para el Muac vienen proyectos muy significativos y que también van a causar cosas, o a lo mejor no. Pero no voy a hablar de eso hoy.

Con la exposición Una carta siempre llega a su destino. Los archivos Barragán “tratamos de ofrecer al público la oportunidad de conocer el desarrollo del largo proceso de intercambios que hubo entre la artista, la Barragán Foundation y otros agentes en torno al legado del arquitecto, que luego de dos años tiene un momento significativo con la elaboración de The Proposal, y no de registrar la exposición bajo los contenidos simplificados y a veces escandalosos del campo periodístico”.

El especialista consideró que las acciones de Magid (cuya obra conoce desde 2004, cuando participó en la Bienal de Liverpool, donde el mexicano fue curador) han tenido en muchos momentos la forma del homenaje. La angustia social y pública tiene que ver con algo más complejo, con lo que culturalmente heredamos de las religiones judeocristianas acerca de lo que pasa con los cuerpos, un tema que también hay que debatir.

Respecto de las voces inconformes, dijo que el publicista Roberto Morris se dedicó a visitar a los medios para azuzar una corriente de opinión, acción “que no fue muy cortés porque mintió en público en varios niveles. En principio, porque ellos no son quienes están proponiendo los debates. Las discusiones ya estaban en el proyecto de esta exposición y, además, quieren definir el modo en el que éstas deben ser.

“Un motivo para hacer esta exposición fue establecer una discusión. En el periodo bastante largo desde que la opinión pública se enteró de la existencia de la obra de Magid a través del artículo de The New Yorker (agosto de 2016) hasta el día de hoy, aquellas personas no se organizaron para montar ningún debate, cuando pudo haber ocurrido.

Además, no está bien que en febrero publicaron un documento dirigido a presionar a una parte de la familia Barragán copartícipe en la obra de Magid, y en la última semana han arrastrado la lista de firmantes de entonces con relación a la exhibición en el Muac. Eso no se hace. En mi experiencia de activista, uno nunca toma las firmas de un documento previo y las arrastra al presente.

Medina reconoció que Volpi, como coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, “es el primer funcionario que conozco que ha dicho públicamente que la materia de programación de un museo no es asunto de decisión política o imposición jerárquica y, por tanto, está a salvo de las presiones que a través de la prensa se ejerzan. Ese es un gran logro que llevo reclamando durante decenios. Lo acabamos de conseguir gracias a lo que llamaré de ahora en adelante la ‘doctrina Volpi’”.

Ganar independencia curatorial

La UNAM gana con esta exposición, en primer término, resaltó Medina, “independencia curatorial y estar en una posición significativa en el campo de los museos del mundo. ¿Qué gana económicamente? A menos de que hubiera una entrada extraordinaria en taquilla, ganaría algo, pero ese no es un objetivo de la muestra.

“The Proposal, en particular, es una obra que plantea un intercambio simbólico, en especie, entre dos entidades ‘sin precio’ (el anillo y los archivos). La obra no se puede vender. Si en tres años no se acepta hacer el intercambio, la documentación y el objeto de intercambio pasarían a una colección pública. Entonces, esa obra no tiene destino comercial.

“Es muy extraño y fuera de precisión que se diga también que exista un catálogo de la muestra, cuando se trata de un pequeño libro publicado por una editorial europea. Otro argumento de quienes se oponen es que ‘hay inversión de dinero público en enriquecimiento personal’. Me sorprende que alguien considere que eso es materia de prensa porque si un escritor, por ejemplo, trabaja para la universidad y hace su vida con dinero público, escribe un libro y luego recibe regalías por él, estrictamente ahí hubo un ingreso económico a partir de dineros públicos. El campo cultural entero estaría formulado así.”

El curador dijo que, además de estar mal usado el verbo en la frase proliferar un mito, con la que los detractores de la muestra argumentan que la exposición en el Muac avalaría la versión de Magid de que el archivo Barragán fue entregado como regalo de compromiso (como se explicó en estas páginas el 12 de abril), esa historia “no es versión de la artista, quien tampoco ha descrito el lugar donde se encuentra el archivo como un búnker.

“Mi tarea de curador es despejar las madejas de algo que llamo mala representación, pero también restituir el hecho de que The Proposal se trata de una obra de arte que tiene como requisito entrar en ella para luego discutirla. Sería improcedente plantear a la prensa una historia sencilla. Los opositores configuraron la declaración de la obra de una manera simplista, ingenua y tajante. Pero la presión mediática se ha mostrado ineficaz”, concluyó.