Opinión
Ver día anteriorMartes 18 de abril de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

La Carta Magna local

El asedio a los capitalinos

Las razones de la Corte

S

in que el hecho signifique un triunfo, pero tampoco una derrota para ninguna de las partes en discrepancia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación admitió a trámite el recurso de reclamación para que se acredite la personalidad de la Asamblea Constituyente, con el fin de defender la Carta Magna de la Ciudad de México de las impugnaciones que ha recibido.

No obstante, lo más importante del hecho es que la Corte halló en el recurso presentado el pasado 7 de abril razones suficientes para que el reclamo se considerara bien sustentado, y el mismo tribunal tendrá que dar a conocer lo que se resuelva del caso antes de que se pronuncie sobre los procedimientos que atacan a la Constitución Política de la capital.

Para muchos este será el segundo capítulo de las trampas que se le han sembrado a los habitantes de la ciudad, porque se tiene la idea de que a la Asamblea Constituyente se le use para avalar las impugnaciones que desde diferentes instancias del gobierno federal se han enderezado en contra del texto que avalaron todas las fuerzas políticas actuantes en esta capital.

Con claridad meridiana se sabe ahora que se pondrá en marcha toda la maquinaria política de que disponen el gobierno federal y sus aliados para impedir que la Constitución local se convierta en un foco de infección que lleve a otras entidades de la República los derechos y las libertades de que goza la gente de la metrópoli.

No es posible hacer de lado que la ciudad que se plantea en la norma suprema capitalina busca compensar una gran cantidad de formas legales que abonan a las desigualdades, con derechos exigibles, y libertades, ahora conculcadas por grupos de poder que se ven amenazados por la ley que emergió de las discusiones en el pleno de la Asamblea Constituyente.

Salvo quienes busquen beneficios políticos posteriores que emanen de acuerdos inconfesables, hay muchos diputados constituyentes que sin pertenecer a ninguna organización partidista bien podrían consolidar un frente que defienda las leyes que se aprobaron desde una perspectiva de absoluta libertad, en la que no podrían intervenir las conveniencias de nadie.

Tal vez los apóstoles de lo políticamente correcto terminen por caer en la trampa, esa que ahora nos dicen, y de la que ya les habíamos hablado, de hacer que las leyes cambien en favor del conservadurismo, desde la misma Constitución, por que es muy probable que durante algunos años más –tal vez nunca– el PRI pueda ganar la mayoría en las instancias legislativas de la ciudad.

Por eso es que se pretende asaltar el texto constitucional. Quienes acompañen las intenciones reales del gobierno federal tal vez obtengan algún beneficio político, su sobrevivencia, por ejemplo, pero con ello marcarán de por vida su actuación en la creación de las leyes fundamentales de la capital del país.

Entender cuál es la intención real de los grupos de poder puede significar una estrategia que desde la perspectiva de quienes no tienen partido podría lograr que ningún derecho se pierda y con ello se salve el espíritu de esta Constitución.

De pasadita

La colonia Condesa cumple ya un par de meses en el total caos. Muchas de sus banquetas, y sólo las banquetas, y no todas, han sido reconstruidas, pero las calles están cada vez más difíciles de transitar. Los hoyos son cada vez más grandes, cada vez más peligrosos. No hay explicación que valga para argumentar por qué se hicieron primero las banquetas antes de reparar las calles, o tal vez sí, sólo hay que revisar los nombres de los contratistas y allí estén esos argumentos.