Economía
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La estabilidad ha favorecido el mayor crecimiento del crédito

La banca ha tenido un periodo extraordinario en años recientes

El presidente saliente de la Asociación de Bancos de México descarta que tenga dedicatoria el tema sobre el populismo que abordará la convención. Señala que sorprendentemente no ha ocurrido una disminución en la demanda de financiamiento en los primeros meses del año

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Luis Robles Miaja, presidente del consejo de administración del Grupo Financiero BBVA Bancomer y saliente de la Asociación de Bancos de México, durante la entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de marzo de 2017, p. 26

La banca mexicana completó un periodo de tres lustros con los mayores crecimientos del crédito en su historia. Sin estabilidad económica, nunca hubiéramos podido hablar de esto, apunta Luis Robles Miaja, quien este viernes deja la presidencia de la Asociación de Bancos de México (ABM). Esa estabilidad hay que cuidarla, agrega.

Robles Miaja, también presidente del consejo de administración de BBVA Bancomer, encabeza el gremio de los banqueros desde octubre de 2014. Esta semana, en el marco de la 80 Convención Bancaria, cederá la estafeta a Marcos Martínez Gavica, presidente del consejo de administración de Santander.

La actual solidez del sistema financiero se comenzó a construir después que la banca quebró en 1995, expone Robles Miaja en una entrevista con La Jornada. Para que se mantenga sólido, los banqueros tenemos que seguir siendo responsables en la administración de los recursos que manejamos, dice.

Para esta convención, los banqueros se plantearon debatir “el dilema global: liberalismo versus populismo”. El tema del populismo a veces se malinterpreta, acota Robles Miaja. La convención busca que reflexionemos sobre este fenómeno, que se da en la izquierda y la derecha, añade.

–¿Tiene alguna dedicatoria mexicana el tema que eligieron para la convención?

–No. No tiene ninguna dedicatoria mexicana. Es simplemente ver lo que está pasando en el mundo.

Robles Miaja asegura que los últimos años han sido un periodo extraordinario para la banca. Nunca, desde 1821, que es cuando comenzaron a llevarse registros, ha habido un periodo tan largo, ya de 16 años, en que el crédito creciera 3.6 veces lo que la economía, asegura. Tampoco un lapso de tasas de interés tan bajas y en el que la banca, tradicionalmente enfocada en las clases medias y las grandes empresas, haya llegado a todos los segmentos de población y a todo tamaño de empresas. Realmente se ha democratizado el financiamiento, sostiene.

–¿En qué momento inicia este proceso para la banca?

–En 1995, el año en el cual quiebra la banca. Ese año quebró el sistema financiero mexicano. Esa quiebra nos dejó un gran aprendizaje a todos: a autoridades, banqueros y a los propios usuarios del sistema financiero. Los mismos deudores aprendieron que tenían que cuidar su historial crediticio para obtener mejores condiciones. Ese periodo de 1995 a 2000 fue, digamos, de levantar los platos rotos. A partir de 2000 es el gran arranque de este periodo de 16 años al que hice referencia.

–Estos 16 años también coinciden con estabilidad económica.

–Es fundamental. No se puede hablar de la banca mexicana sin hablar de una condición fundamental, que es la estabilidad económica. Estamos hablando de banca, pero en este periodo consolidamos un modelo de país, después del aprendizaje de 1995. Construimos las instituciones y las políticas públicas responsables en el manejo de las finanzas públicas. Lo pongo así: México nunca había tenido tasas hipotecarias a 8 por ciento anual fija a 20 años. Eso se debe a que se controló la inflación.

Ya pocos se acuerdan de 1995. Hay 70 millones de mexicanos que entonces tenían menos de 10 años o no habían nacido. No saben lo que es una inflación de 52 por ciento, que el salario se reduzca a la mitad en términos de poder adquisitivo. A eso me refiero con preservar la estabilidad macroeconómica. Todos debemos exigir al gobierno, esté quien esté, que eso no lo vayan a destruir, añade.

–¿Cuáles considera los riesgos que afronta el sistema bancario?

–Es importante que los bancos de reciente creación consoliden su modelo de negocio y eso pasa por sacar adelante los diferentes mercados que atienden o eventualmente pasan por un proceso de consolidación del sistema, para poder ser exitosos. Es muy importante. Quizá el punto es ver con atención cómo se consolidan los bancos de reciente creación.

–¿Se refiere a que habrá menos instituciones?

–No necesariamente. Pero es posible, es factible.

–Después de la crisis de 2008, las tasas de interés bajaron de manera abrupta. Ahora se anticipa un alza gradual. ¿Cómo cambia esto la forma en la que los bancos en México han operado hasta ahora?

–No cambia. Somos de memoria corta todos. Tasas de interés hipotecarias de 13 o 14 por ciento, y no estoy haciendo un pronóstico, son las mismas que teníamos hace cuatro años y el mercado hipotecario estaba en un boom. No va a haber un cambio abrupto y por lo mismo la gente seguirá teniendo acceso a créditos bancarios a tasas muy competitivas. Porque además, la competencia es una realidad. Cómo se pueden explicar tasas hipotecarias, el año pasado, de 7.9 por ciento fija a 20 años cuando teníamos una tasa de referencia de 4 o 4.5 por ciento.

–¿Se ha notado una disminución en la demanda de crédito en los primeros meses del año?

–Sorprendentemente, no. Con toda la incertidumbre que deriva de la renegociación del Tratado de Libre Comercio (entre México, Estados Unidos y Canadá, planteada por el nuevo gobierno estadunidense) pensé que íbamos a tener cierta reducción de la actividad y, sorprendentemente, no.

–¿Cómo ve la situación del país después de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos?

–Hemos tenido muchos choques externos y Trump fue el último elemento de incertidumbre que se generó durante el año pasado. La economía mexicana es muy resiliente, resistente. Quizá no hemos valorado, en toda la dimensión que tiene, lo que hemos construido en este país, que ha permitido que, a pesar de estos choques externos, la economía siga creciendo.

Los mexicanos a veces somos muy críticos con nosotros mismos. Debemos tratar de reconocer lo que hemos hecho bien y cuidarlo. No hay duda que el país tiene muchos retos: la desigualdad que existe es increíble, a nivel regional hay también una gran desigualdad. Aunque hay una clase media emergente importante, también hay una pobreza lacerante que no podemos permitir que siga. Tampoco puede ser que haya tanta impunidad, que se cometan ilícitos y que no se sancionen por incapacidad o corrupción. Otro problema que tiene el país es sin duda el educativo.

–El tema elegido para la Convención Bancaria fue el populismo. ¿Cuál es el mensaje de esta última convención que preside?

–Estamos viendo en el mundo que movimientos llamados populistas están llegando al poder en unos países, o bien, alcanzando un peso específico muy importante. Ejemplos: en España, el movimiento Podemos; en Francia, el Frente Nacional de Marine Le Pen; o Viktor Orbán, en Hungría. Y, por qué no decirlo, con Trump. Un movimiento populista carece de ideología. Tres características comunes a todos ellos son: una decepción de los partidos políticos convencionales, están en contra de las instituciones y de los partidos políticos; dos, hablan por el pueblo olvidado, entre comillas, se sienten los voceros de los perdedores de las grandes transformaciones que ha tenido el mundo en los últimos años; y, tres, proponen soluciones generalmente falsas y simplistas a problemas muy complejos. Así llegó el presidente Trump al poder. Su tesis de que uno de los problemas del desempleo y de la baja calidad de vida en ciertas zonas de Estados Unidos se debía al libre comercio es falsa. La convención busca que reflexionemos todos sobre este fenómeno que se está dando en el mundo y tratemos de alguna manera de concluir cuándo estamos en presencia de un populista y cuando no y qué daño puede hacer.

“El populista puede ser de izquierda o derecha, puede ser de un partido convencional o no. Cuando hablo de populismo no particularizo, todos los políticos tienen esa tentación. Lo que pasa es que estamos viendo que en el mundo esos mensajes están teniendo éxito. El Brexit es un fenómeno populista. Ahí es donde decimos: cuidado, porque estos sí pueden destruir y destruir muy rápido”.

–¿Tiene dedicatoria mexicana?

–No, no tiene dedicatoria mexicana, no tiene ninguna dedicatoria mexicana. Es simplemente ver lo que está pasando en el mundo. La convención bancaria nos va a llevar a reflexionar sobre qué modelo de país queremos y debemos tratar de impulsar que ese modelo corrija lo que tenga que corregirse, pero que no destruya lo que se haya hecho bien.