18 de marzo de 2017     Número 114

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

La Primera Feria de la Diversidad
Biocultural llegó al Museo Nacional
de las Culturas del Mundo

Luis Felipe Crespo, Jorge Luis Berdeja y Karla Jaqueline Peniche MNCM


FOTOS: Jorge Luis Berdeja

El Museo Nacional de las Culturas del Mundo (MNCM),bajo la dirección de la maestra Gloria Artís, realizó a finales de 2016 una Feria dedicada al patrimonio biocultural, como respuesta a una petición hecha por los investigadores Aída Castilleja, Arturo Argueta, Dolores Rojas, Adelita San Vicente y Alberto Betancourt, integrantes de la Caravana de la Diversidad Biocultural y de la Red de Patrimonio Biocultural del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Para realizar ese proyecto, prácticamente todos quienes integramos el museo nos pusimos a organizar múltiples actividades.

Para apoyar la iniciativa de la Caravana de elaborar un mapa que diera cuenta de la diversidad de semillas que fueron domesticadas en ocho regiones del mundo, definidas por el científico ruso Nikolai Vavilov, la tarea consistió en buscar la mayor variedad de semillas disponibles. La excelente ubicación del museo en el Centro Histórico de la Ciudad de México permitió desplazarnos rápidamente a La Merced, y fue ahí donde en realidad empezó la Feria. Nos encontramos en este mercado con la diversidad biocultural del mundo, ya que ahí todos los días llega y se vende una infinidad de semillas en un ambiente de intercambio de expresiones, colores y sabores.

Para dar la bienvenida al museo desde la calle, con estas semillas realizamos hermosos tapetes que representaron los ocho centros de origen en la domesticación de las plantas que hoy alimentan a la humanidad.

En paralelo, con Arturo Argueta y Alberto Betancourt, de la Red de Patrimonio Biocultural del Conacyt, y Alejandra Gómez Colorado, Raffaela Cedraschi, Dahil Melgar, Carmen Lechuga, Soledad Jiménez y Luis Felipe Crespo, del MNCM, nos pusimos a preparar la exposición gráfica “¡Cultivamos un mundo diverso!”, que se exhibe en la fachada de la antigua Sala de Monolitos, en el patio del museo, y cuyo contenido está sintetizado en ocho infografías que ofrecen información sobre cada uno de los centros de origen de la domesticación de las plantas y sobre las características de los paisajes regionales que dicha domesticación han configurado.

Los llamados ocho centros de origen son Mediterráneo, Etíope, Medio Oriente, Asia Central, Centro Indo y Subcentro Indo-Malayo, Chino, Andino–Amazónico y Mesoamericano. De este último México forma parte.

Además la exposición muestra cuáles son los principales pueblos que intervinieron en la domesticación y cómo, hoy en día, se encargan de mantener vivas esas especies. También muestra cómo ocurre la diversificación, con un conjunto de conocimientos y saberes que permiten aportar materiales genéticos para sostener la biodiversidad del planeta.

La exhibición presenta también la diversidad de cocinas generadas. Y muestra cómo estos cultivos, que en el transcurso de siglos han producido una gran variedad de especies, enfrentan riesgos, tales como la expansión de las semillas híbridas y transgénicas. En cada infografía se exponen las distintas estrategias y formas de resistencia y defensa que han impulsado los pueblos y las comunidades para enfrentar las amenazas y continuar contribuyendo a la diversidad biocultural.

Cada infografía va acompañada de dos fotografías de gran formato colocadas en los nichos de fachada donde se presenta la riqueza de variedades que se venden en los mercados de los centros de origen, así como de los paisajes que en ellos los pueblos han conformado.

Durante la Feria, del 29 de noviembre al 11 de diciembre del año pasado, se realizó el Diálogo Indígena y Campesino sobre la Diversidad Biocultural, en el marco del Programa Museo-Foro: Un Espacio Académico para la Reflexión Cultural, donde de manera libre y con un alto nivel de intervención participaron indígenas provenientes de Perú, Ecuador, Guatemala y Estados Unidos de América, quienes dialogaron con representantes de diversos grupos indígenas de México.

También se presentó la obra de teatro Ofrenda 4, dirigida por Jesusa Rodríguez, así como el performance Tiempo sin rostro, que concibieron Ezequiel Romero y Rodrigo Hernández Medina. Esto imprimió a la Feria un carácter artístico y festivo presente en todas las jornadas. Las actividades del primer fin de semana concluyeron con un espectáculo de cantos y bailes tradicionales presentado por alumnos de la Universidad Pedagógica Nacional, Plantel Jojutla, de Morelos, bajo la dirección del profesor Salvador Coronel.

Las actividades de la Feria continuaron los dos fines de semana siguientes con la organización de talleres tales como Mini-milpa, Bombas de semillas y Germinados, entre otros, además de presentaciones de libros, videos comentados y tres conversatorios como el dedicado al tema de “Pueblos indígenas y patrimonio biocultural”, que contó con la participación de los investigadores Marina Alonso, Ana Paula Pintado y Javier Gutiérrez, integrantes del Programa Nacional de Investigación Etnográfica de Regiones Indígenas de México, y se concluyeron las actividades con la presentación de la Banda Filarmónica Zoogochense del Valle de México, Estado de México, dirigida por Obed Huantes Gallegos.

Durante las intensas jornadas, en el museo se escucharon las voces de académicos, investigadores, ambientalistas, comunicólogos y miembros de la sociedad civil organizada a los que, en general, les preocupa el rumbo que está tomando el cuidado y la protección del patrimonio biológico común, del que depende el bienestar y la sobrevivencia de la población en general.

A la Feria acudieron como visitantes integrantes de la diversidad étnica de la Ciudad de México, que circulan todos los días por las calles aledañas a nuestro recinto. Se vieron animados por el ambiente festivo y por el mosaico de semillas que los recibía desde la calle de Moneda.

Como parte de las actividades de la exposición se desarrolló durante febrero y marzo el ciclo Platiquemos de Diversidad Biocultural, en el que se abordaron los temas “De la milpa mexicana”, “De la explotación y mercantilización de la naturaleza”, “De la oposición a la mercantilización de la naturaleza: las alternativas”, “De la domesticación de las plantas cultivadas” y “De la domesticación de plantas y animales”, con la participación de especialistas del más alto nivel.

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