Chilpancingo, Gro.

Integrantes del Frente de Comunidades Indígenas en Defensa del río Santa Catarina, que aglutina a 26 comunidades amuzgas, iniciaron ayer un bloqueo en el acceso al cauce para impedir el saqueo de cientos de toneladas de grava y arena, las cuales son trasladadas en al menos 80 camiones diariamente, denunció Misael Damián de la Cruz, uno de los dirigentes.

Explicó que los amuzgos, provenientes de Ometepec, Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca y Cuajinicuilapa, municipios por donde cruza el río, acordaron cerrar los puntos por donde los caciques de Guerrero y Oaxaca extraen decenas de toneladas de grava y arena todos los días, sin que ninguno de los tres niveles de gobierno intervenga.

Dijo que han solicitado que se respeten los acuerdos del 26 de mayo de 2009, donde autoridades se comprometieron con las comunidades indígenas a no permitir el saqueo de los caciques, que siempre han pisoteado a los pueblos amuzgos y afromexicanos de la Costa Chica.

Advirtió que los inconformes permanecerán en los accesos del río Santa Catarina. Nosotros hacemos responsables a los gobiernos de Héctor Astudillo Flores y de Enrique Peña Nieto de lo que nos suceda, debido a que los caciques ya armaron a sus pistoleros, manifestó.

De la Cruz mencionó que la semana pasada entregaron un oficio a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y al gobierno del estado para informar sobre el robo de materiales pétreos en la región.

Advirtió que los pueblos indígenas no permanecerán agachados; si los caciques arman a sus bandas, entonces nosotros también nos vamos a armar. Los pistoleros siempre han estado al servicio de los caciques, personas dueñas de ranchos, y son los que intimidan a los indígenas de 26 pueblos.

Asimismo, dijo que los caciques de la región, en contubernio con las autoridades, permitieron el saqueo en varias comunidades, lo que provocó la desecación de diversos ríos, como el Quetzala, que ya se utiliza como cancha de futbol.

Insistió en que no permitirán la explotación del río en esa región, porque da vida a 26 comunidades indígenas amuzgas; ahí explotaban la mojarra y el camarón, pero ahora está contaminado con aceite de la maquinaria utilizada para la extracción de materiales.