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Siete de cada 10 que nacen en sector de bajos recursos no ascienden

La movilidad social está casi estancada, revela un estudio
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Asistentes a feria del empleo Aplica-T, organizada por la Universidad Justo SierraFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de febrero de 2017, p. 20

Cuando los jóvenes mexicanos egresados de preparatoria, escuelas técnicas e incluso de la universidad se incorporan al mercado laboral con un empleo informal, tienen una altísima probabilidad de que sus trabajos subsecuentes también sean informales. Y al revés, quien consigue como primer empleo uno formal es más seguro que así sean los siguientes, manifestó Enrique Cárdenas Sánchez, director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), al inaugurar una exposición para jóvenes sobre movilidad social en el plantel Iztacalco del Colegio de Bachilleres (Colbach).

Sostuvo que desde hace mucho tiempo, como problema estructural de México, siete de cada 10 personas que nacen en el primer quintil poblacional, es decir, 20 por ciento de la gente de más bajos ingresos en el país, se quedan prácticamente donde nacen, en las mismas condiciones de pobreza, sea en el primer quintil o en el segundo.

En sí, 48 por ciento permanece en el primer quintil y 22 por ciento logra subir al segundo, con lo cual suman 70 por ciento del total. Otro 48 alcanza el tercer quintil, 11 por ciento el cuarto y apenas 4 por ciento logra llegar al quintil número cinco, el de mayores ingresos, detalla un informe de movilidad social del CEEY.

A pesar de que ha mejorado la cobertura educativa y prácticamente todo mundo cuenta con educación básica, es una tragedia para el país que no haya permeabilidad social. Aunque el talento se da donde quiera, mucha gente no logra materializarlo en su vida profesional o propia y se queda en el camino, comentó Cárdenas Sánchez.

Las causas son muchas, dijo, y van de la calidad educativa, las condiciones donde se ubican las escuelas y la falta de conexión entre el sector productivo y el educativo, a los contactos o palancas que se tienen para conseguir trabajo, y la discriminación, particularmente la de género, porque las mujeres que logran subir de quintil son menos en número que los hombres.

Sylvia Ortega, directora general del Colbach, institución en la que deserta 19 por ciento de estudiantes que ingresa, aseguró que aunque ha fallado la promesa de que la educación es la vía para las posibilidades de vivir mejor, la mayoría de los jóvenes que han encuestado aún la consideran como el principal medio de movilidad social. “No sé si les va a ir muy bien si siguen estudiando –dijo a los jóvenes–, pero lo que sí se es que les irá mejor que los que no perseveraron y abandonaron la escuela”.

La movilidad social se refiere a la posibilidad de progresar o los cambios en posiciones socioeconómicas que una persona puede lograr a lo largo del tiempo y de una generación a otra, expuso María Fernanda Arce Cardoso, coordinadora de la exposición interactiva Imagina tu futuro. Movilidad social.

Cinco industrias reducen personal

Cinco de las principales industrias del país redujeron su personal en 2016 en comparación con un año antes, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En la fabricación de productos derivados del petróleo la caída de puestos de trabajo fue de 5 por ciento, en la de prendas de vestir de 2.2, en la de curtidos, acabados de cuero, productos de cuero y piel de 0.5, en la impresión de 0.3 y en la industria química de 0.2.

No obstante, en términos generales todo el sector manufacturero reportó un incremento anual de 3 por ciento del personal ocupado, pero las remuneraciones subieron 2.6 por ciento y las horas trabajadas 5.1.

Además de la reducción de personal en las cinco industrias mencionadas, también hubo caídas de salario. Fue de 4.1 por ciento en términos anuales en la fabricación de productos derivados del petróleo y el carbón, 3.7 en la fabricación de insumos y acabados textiles y de 3.2 en la fabricación de prendas de vestir.

Las mismas ramas industriales también tuvieron retrocesos en la capacidad utilizada de sus plantas. La fabricación de productos derivados del petróleo y el carbón nuevamente encabezó la lista, con un descenso de 13.3 por ciento, seguida de la industria química, que presentó una caída de 1.3; la de productos metálicos, 0.8, y la industria de las bebidas y tabaco, 0.7, mientras otras tres ramas disminuyeron entre 0.6 y 0.1.