Sociedad y Justicia
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Capilla con los restos del santo decapitado recibe miles de visitas en Madrid

Celebran al verdadero San Valentín con concierto contra la violencia de género

ONG Mensajeros de Paz invita a festejar la capacidad del ser humano de querer y dejarse querer

 
Periódico La Jornada
Martes 14 de febrero de 2017, p. 35

Madrid.

Contemplar cara a cara una calavera que asoma entre dos fémures puede parecer un plan poco romántico para el día de los enamorados. A menos que se trate de los huesos del hombre en el que se origina la celebración: San Valentín.

Los supuestos restos del santo pueden visitarse en la iglesia de San Antón, en el centro de Madrid. Asoman entre la penumbra de una capilla expuestos bajo el rótulo Reliquias de San Valentín. Patrono de los enamorados. Muchísima gente se acerca a verlos. Vienen todo el año; más en estas fechas, explica Esther Collado, directora de la iglesia, sobre los huesos guardados en una urna-relicario del siglo XIX bajo una gran corona dorada y dos ángeles.

La visita incluye una tradición: La gente escribe su nombre y el del enamorado en una cinta y la ata en los barrotes que protegen la capilla, cuenta Collado. Otros escriben los nombres de hermanos, familiares, personas queridas... Cuando faltan dos días para el 14 de febrero pueden verse ya decenas de cintas en las rejas. Sólo una parte de las cerca de 3 mil que se ataron por ejemplo el año pasado, según fuentes de la iglesia.

La larga travesía de las reliquias de San Valentín hasta la capilla, donde también se encuentran un retrato del papa Francisco y una copia del cuadro de Francisco de Goya La última comunión de San José de Calasanz, es difícil de reconstruir.

Los restos del santo degollado el 14 de febrero del año 270 en Roma por desobedecer al emperador Claudio II y casar en secreto a varias parejas aparecieron supuestamente en la ciudad eterna en el siglo XVIII y fueron enviados de allí a España por el Papa.

El osario compuesto por una calavera, dos férmures y otros huesos terminó en la cripta de las Escuelas Pías de San Antón y permaneció oculto hasta que en 1990 fueron encontrados por un párroco que decidió exhibirlos. No son los únicos: también templos en Italia o Irlanda aseguran tener restos de San Valentín.

Los interesados pueden visitar los restos en Madrid las 24 horas del día todo el año, pero el 14 de febrero tendrán otro motivo para hacerlo: la ONG Mensajeros de la Paz promete acompañar la jornada con un concierto contra la violencia de género.

Queremos celebrar acompañados la capacidad del ser humano de querer y dejarse querer. El amor a los demás, no sólo a la pareja o la familia, sino a los amigos, explica en la convocatoria el padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz.

La idea de un concierto por el Día de los Enamorados no debería sorprender en San Antón, una iglesia calificada como “la más cool del mundo” por la cadena británica BBC.

El rompedor modelo impreso por el padre Ángel a la iglesia situada en Malasaña, uno de los barrios más alternativos y jóvenes de Madrid, incluye conexión gratuita a Internet, misas transmitidas en directo por streaming, acceso con mascotas, pantallas de televisión o café.

La iglesia abre las 24 horas: un modo de cumplir literalmente con el pedido del papa Francisco de mantener los templos con las puertas abiertas, como recuerda un gran cartel que cuelga en el altar.

San Antón es por eso la preferida de muchos sin techo que encuentran puertas abiertas, comida y algo aún más importante: Entras y te cambia la vida, explica Alfonso, de 43 años, que pasó de estar en la calle a ser monaguillo en la iglesia.

El padre Ángel me hizo cuatro preguntas y me reorganizó la vida. Sacó lo mejor que había en mí. No todo el mundo puede hacerlo, recuerda mientras comienzan a entrar feligreses al templo para la misa del domingo.

El monaguillo señala el cartel que preside la entrada y en el que se lee: Puerta Santa de los Sintecho. Me dieron la mano y yo la tomé, dice con los ojos humedecidos. En vísperas del día de San Valentín, Alfonso parece convencido de que eso también es amor.