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Hay un proceso de mitigación de las fluctuaciones

El proceso de liberalización de los precios continúa, advierte Pemex
 
Periódico La Jornada
Sábado 4 de febrero de 2017, p. 3

El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), José Antonio González Anaya, dijo que la razón por la cual el gobierno decidió no aumentar este fin de semana el precio de las gasolinas, aunque sí había la necesidad de hacerlo, fue por la enorme volatilidad que prevalece en las variables que determinan el precio de los combustibles, especialmente el tipo de cambio, pero enfatizó que aunque no haya habido aumento ahora, no significa que no los habrá en el futuro, pues el proceso de liberalización continúa.

Explicó que los ajustes en enero generaron excedentes que permitieron al gobierno tomar la determinación de mantener los precios durante los próximos 15 días al aumentar el estímulo fiscal de manera temporal.

Empezamos a calcular cuál sería el ajuste en el precio de las gasolinas en los últimos 15 días y la volatilidad es enorme. Sin embargo los movimientos en el precio de la gasolina tienen un impacto directo en la economía y lo que queríamos esperar era ver cómo esta volatilidad iba convergiendo hacia un nivel más adecuado y de ahí entrar al proceso de liberalización, señaló.

En entrevista radiofónica el funcionario indicó que se trata de un proceso de mitigación de las fluctuaciones sobre todo en el tipo de cambio, el cual hace una semana estaba en 22 pesos por dólar y hoy está cerca de 20.5.

Si hubiéramos fijado el precio con base en 22 el aumento sería bien grande y de ahí se hubiese regresado.

Reconoció que el proceso de liberalización no va a ser fácil, porque el país está acostumbrado a tener un solo precio de gasolina en todo el territorio y que éste se mantenga fijo por periodos muy largos, lo cual va a cambiar.

Agregó que aunque el país produjera toda la gasolina que consume aquí, lo que determina el precio que los automovilistas y transportistas pagan por ésta son las cotizaciones internacionales del petróleo y el tipo de cambio, por lo que si México tuviera mayor capacidad de refinación afectaría la balanza de importaciones y exportaciones, pero no el precio.

La razón por la que producir aquí no afecta el precio es clara con este ejemplo: los aguacates en Michoacán no se regalan, aunque se produzcan ahí, tampoco los tomates en Sinaloa.