Mundo
Ver día anteriorJueves 2 de febrero de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Rex Tillerson llega al Departamento de Estado en medio de potencial crisis diplomática

Republicanos anulan boicot demócrata a ratificaciones del gabinete de Trump

El nuevo jefe de la diplomacia de EU enfrenta el reto de modificar relaciones con Rusia y China

Advierte asesor de Seguridad Nacional: habrá un giro en la política hacia el envalentonado Irán

Foto
Rex Tillerson, ayer, sentado en el Salón Oval de la Casa Blanca, en Washington, tras ser ratificado por el Senado en el cargo de jefe del Departamento de Estado, al lado de su esposa, Renda. En la imagen, el vicepresidente Mike Pence y el presidente Donald TrumpFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 2 de febrero de 2017, p. 28

Nueva York.

El presidente Donald Trump y el liderazgo republicano atropellaron a la oposición demócrata para proceder a instalar el gabinete, indicando que no tolerarán ningún intento por descarrilar la agenda inicial de este gobierno, mientras por otro lado la Casa Blanca decidió amenazar a Irán.

Rex Tillerson, ex ejecutivo en jefe de Exxon Mobil, fue ratificado este miércoles como secretario de Estado por 56 votos contra 43 (con el apoyo de sólo cuatro demócratas), en lo que expertos llamaron uno de los procesos más contenciosos para alguien en ese cargo en las últimas décadas.

Tillerson toma posesión en medio de una serie de potenciales crisis diplomáticas provocadas en sólo los últimos 10 días por su jefe, incluida la relación con México, que se ha deteriorado a uno de sus niveles más bajos en décadas, y varios países europeos y musulmanes, y ahora Irán. No son los enemigos los más preocupados, sino los aliados de largo plazo, como en el caso de México y Europa.

A la vez, enfrenta el reto de modificar relaciones con Rusia –parte de la oposición y crítica a su nombramiento es su supuesta relación extensa con Vladimir Putin y su gobierno (recibió hasta un premio de amistad)– y con China. Todo esto con un presidente que está cuestionando abiertamente la estructura internacional posguerra –incluida la OTAN– y promoviendo su doctrina de “América primero”, que podría minar todo tipo de acuerdos multilaterales. Por ahora ha generado tensión e incertidumbre entre la comunidad internacional.

Aunque Tillerson no tiene previa experiencia diplomática o militar –ha permanecido con Exxon Mobil toda su carrera profesional–, manejar una de las empresas trasnacionales más grandes y poderosas del mundo (operaciones en seis continentes) le otorga una larga y amplia experiencia en relaciones internacionales y lo que llaman geopolítica.

Pero Tillerson no sólo enfrenta desafíos en el ámbito internacional, sino dentro de su propio gobierno. Llega a un Departamento de Estado cuyos altos mandos se han ido –sobre todos los encargados de administración de esa burocracia compleja– y con muchos puestos vacantes, porque Trump todavía no ha logrado nombrar a su gente. Mas aún, más de mil funcionarios diplomáticos –número tal vez sin precedente– han firmado un memorando expresando su disidencia ante la orden ejecutiva contra musulmanes emitida por Trump.

Está por verse qué tanta influencia podrá ejercer Tillerson en la Casa Blanca. En los primeros días de este gobierno y hasta la fecha, todas las decisiones sobre política interior o exterior se ha definido por un círculo íntimo de Trump sin consultar a otros secretarios, incluido Tillerson.

En tanto, los republicanos, empleando su mayoría en el Senado, cambiaron las reglas para anular el boicot de los demócratas que habían obstaculizado el proceso de ratificación en comisiones de otros nominados al gabinete. Así, en una maniobra sin precedente ante la ausencia de todo demócrata, el Comité de Finanzas del Senado aprobó enviar al pleno las nominaciones de Steven Mnuchin como secretario del Tesoro y de Tom Price como secretario de Salud y Servicios Humanos.

A la vez, el Comité Judicial aprobó enviar al pleno la nominación del senador Jeff Sessions como próximo procurador general (puesto que equivale a secretario de Justicia), en un voto dividido por partido. Sessions ha sido ferozmente criticado por grupos de derechos civiles y defensores de migrantes, ya que tiene un historial de posiciones racistas y es reconocido como el legislador más antimigrante del Senado.

El debate sobre Sessions se intensificó aún más después de la dramática destitución de la procuradora general en funciones Sally Yates por orden de Trump, quien la acusó de traicionar al Departamento de Justicia al inicio de la semana, cuando declaró que no defendería la orden de cerrar fronteras a musulmanes de siete países.

Demócratas continuaron obstaculizando la ratificación de otros nombramientos. Los republicanos a su vez condenaron las tácticas demócratas y acusaron que sólo son actos de venganza por haber perdido la elección presidencial. Los republicanos, vale recordar, emplearon estas mismas tácticas, y hasta peores, para obstaculizar casi todas las iniciativas del gobierno de Barack Obama.

Irán, otra vez

Estados Unidos puso sobre aviso a Irán por atreverse a realizar una prueba de misil y después de que rebeldes en Yemen supuestamente aliados atacaron a un barco naval saudita, informó Michael Flynn, asesor de Seguridad Nacional de Trump. Sin embargo, no ofreció detalles de qué implica eso, sólo alertó que Irán ahora se siente envalentonado. Pero sí indicó que habrá un giro en la política, al afirmar que el gobierno de Obama no supo responder adecuadamente a las acciones malignas de Teherán, incluyendo la transferencia de armas, apoyo al terrorismo y otras violaciones de normas internacionales.

Mientras tanto, el gobierno de Trump continuó defendiendo el cierre de fronteras para todo ciudadano proveniente de siete países de mayoría musulmana. Aunque la mitad (49 por ciento) de los estadunidenses apoyan la prohibición de ingreso de gente procedente de esos países musulmanes, menos de un tercio (31 por ciento) creen que eso logrará hacerlos más seguros, según una encuesta de Reuters/Ipsos realizada esta semana.

Historia

Durante el día, el presidente realizó una sesión de escuchar con líderes afroestadunidenses en la Casa Blanca, con el designado secretario de Vivienda, Ben Carson, a su lado. Abordaron asuntos urbanos, violencia y empleo. Al comentar sobre el recién inaugurado Museo Nacional de Historia y Cultura Africano-Americana en Washington, Trump comentó que Frederick Douglass es ejemplo de alguien que ha hecho una labor estupenda, que ahora se está reconociendo por más y más gente.

No se entendía si él cree que Douglass aún está vivo, o cuándo de repente obtuvo más reconocimiento.

Douglass es una de las más grandes figuras de la historia afroestadunidense; escapó de la esclavitud para volverse un gran líder del movimiento abolicionista, fue promotor de reformas sociales, gran orador y crítico de la exclusión política y económica, y antimperialista; todo a mediados del siglo XIX (murió en 1895).

Entre otras cosas, Douglass fue un feroz opositor a la guerra de Estados Unidos contra México y publicó uno de los primeros editoriales contra esa invasión en su periódico North Star.