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Caso Ayotzinapa
Con versión de inculpado, autoridades descartaron línea de investigación
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de enero de 2017, p. 5

Para descartar el uso de autobuses de pasajeros en el trasiego de drogas, la Procuraduría General de la República (PGR) utilizó el testimonio de uno de los detenidos, a quien se atribuye el supuesto asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa y su posterior incineración, pero que denunció haber sido torturado para arrancarle confesiones inculpatorias.

Gildardo López Astudillo, alias El cabo Gil, es señalado por autoridades como uno de los líderes de Guerreros unidos, y su detención ocurrió el 17 de septiembre de 2015.

En su declaración ministerial aceptó haber dado la orden de detener, asesinar y destruir los restos de los estudiantes, lo que sustenta en buena medida la versión del entonces procurador general de la República Jesús Murillo Karam sobre los hechos, conocida como la verdad histórica.

Sin embargo, luego de que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) solicitó a la PGR que investigara la hipótesis de que la agresión a los normalistas se debía a que tomaron autobuses usados para transportar estupefacientes, El cabo Gil amplió su declaración.

En sus nuevos dichos –de los cuales este diario tiene una copia– aseguró: por lo que hace al rumor de que la organización mueve o movía la droga en los camiones, eso no es cierto. Yo nunca supe.

No obstante, el médico vasco Carlos Beristain, ex integrante del GIEI, denunció en su libro El tiempo de Ayotzinapa que López Astudillo admitió haber sido torturado para inculparse por la agresión a los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa.

Un informe de la PGR indica que el acusado tenía el tímpano roto y la otra oreja enrojecida luego de haber sido interrogado, lo que podría indicar que fue víctima de una forma de tortura conocida como el teléfono, que consiste en golpear las orejas del detenido con las palmas abiertas para causarle un trauma sonoro agudo, precisó Beristain.