Sociedad y Justicia
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Ex sacerdote Alberto Athié cuestiona al cardenal Rivera; es un encubridor, dice

¿Por qué se llevó al Vaticano y no ante la justicia mexicana a 15 curas pederastas?

La ley le exigía denunciarlos a Gobernación y autoridades judiciales, pero nadie lo llama a cuentas

 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de diciembre de 2016, p. 31

Ante la afirmación del cardenal Norberto Rivera Carrera de que 15 sacerdotes de la Arquidiócesis Primada de México han sido sentenciados por pederastia, el ex clérigo Alberto Athié reprochó que el prelado no haya dicho nada sobre las víctimas.

En entrevista, indicó que se desconoce cuántas niñas y niños violaron, dónde y cómo están, o si recibieron la reparación del daño que mandata la ley.

Anunció que prepara un balance del arzobispado de Rivera –quien debe presentar su renuncia en junio de 2017, como lo marca el derecho canónico– para demostrar que es uno de los más grandes encubridores de pederastas de la Iglesia.

El pasado 18 de diciembre, en conferencia de prensa, el arzobispo primado de México sostuvo que ha habido tolerancia cero a la pederastia sacerdotal. Sin dar nombres ni fechas, agregó: en la arquidiócesis al menos unos 15 sacerdotes han recibido no solamente juicio, sino sentencias. No precisó qué autoridades los juzgaron y rechazó protegerlos.

Sin embargo, en los hechos se demuestra lo contrario. El cardenal dijo que todos los casos los ha presentado ante sus autoridades en el Vaticano, lo cual es un insulto al Estado de derecho mexicano, apuntó Athié.

Rivera Carrera se burla de las leyes mexicanas, que lo obligan a informar y denunciar a esos religiosos ante las autoridades de procuración de justicia, así como ante la Secretaría de Gobernación (SG). A pesar de ello, nadie le exige cuentas.

Alberto Athié dejó el sacerdocio luego de enterarse de los abusos sexuales del padre Marcial Maciel en contra de miembros de la congregación católica Legión de Cristo. Desde entonces ha buscado que se haga justicia a las víctimas y por denunciar a los agresores.

El cardenal Norberto Rivera protegió al padre Maciel a rajatabla, sostuvo. Y ahora, intentó mostrar el poder de la Iglesia católica al detener la reforma para reconocer en la Constitución los matrimonios de personas del mismo sexo, evaluó. Y lo logró, al parar esa ley en el Congreso. Mostró músculo y la detuvo.

Para Athié, cuando llegó el nuevo nuncio apostólico a México, Franco Coppola, reprendió a Rivera, porque se metió a juzgar esa iniciativa del presidente Enrique Peña de una manera que va más allá de la argumentación religiosa.

El cardenal y sus secuaces condenaron la vida de los homosexuales. En Roma, estimó, se dieron cuenta de que estaban totalmente fuera de lugar, entrometiéndose de una manera que no debía proceder.

Si bien consiguieron que los diputados federales no aprobaran la reforma en favor de las familias diversas, y se realizaron marchas multitudinarias para rechazarla, considera que la Iglesia ya no tiene la fuerza que antes. Fueron manifestaciones importantes, pero no de la magnitud que esperaban.