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Balance de la Jornada

América: sin títulos y sin identidad

Ganaron los Tigres... y la televisión

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Edson Álvarez, el único canterano del América que jugó ayer, festeja su anotaciónFoto Ap
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n el año de su Centenario, el América se fue en blanco. No pudo con la Copa, menos con el Mundial de Clubes y tampoco en la liga. Cuando parecía que tenía todo en su favor para dar la sorpresa, el argentino Rubens Sambueza se hizo expulsar y le dio el aire de vida que necesitaban los Tigres, que tuvieron en su portero Nahuel Guzmán a un auténtico muro en la tanda de penales.

Ganó Tigres a pesar del Tuca Ferreti, de su futbol timorato a pesar de que cuenta con la mejor ofensiva de nuestro balompié. Pese a ello, suma su quinto título precisamente en el partido número mil que ha dirigido.

En el aspecto futbolístico la final quedó a deber, con bronca incluida y un pésimo arbitraje, pero la dosis de emotividad llegó con el dramatismo de los penales, donde a los americanistas, simplemente, les temblaron las piernas.

El futbol mexicano, por supuesto, no escapa a lo que sucede a escala mundial, donde el dinero define a los favoritos al título. Tigres y América tienen las nóminas más altas y los jugadores más costosos del futbol nacional, apoyados por dos de las empresas más importantes del país (Cemex y Televisa).

En España la liga era tan sólo un partido de tenis, donde Barcelona y Real Madrid se repartían los títulos, hasta que apareció El Cholo Simeone y sus aguerridos Colchoneros del Atlético de Madrid. El poder del dinero o también llamado dopaje financiero, como ya se ha escrito en este espacio.

El Tigres-América fue un duelo de cartera contra cartera y los Tigres, el equipo más caro, se convirtió en el sucesor de los Tuzos del Pachuca, un equipo cuya apuesta ha sido por los canteranos de sus fuerzas básicas, en un esfuerzo que pocos siguen, con las excepciones de Atlas y Pumas.

Nuestro balompié está perdiendo su identidad. El América nació para ser el malo de la película, ya que el papel de bueno era ocupado por las Chivas. Y si el Guadalajara es el equipo mexicanísimo, el cuadro amarillo recurrió a los extranjeros para cimentar su grandeza.

Sin embargo, ayer las Águilas iniciaron el partido sin ningún canterano. Los aficionados todavía recuerdan al América de los años 80, que además de foráneos de calidad tenían a nacionales que después se convirtieron en emblemas, encabezados por Alfredo Tena y Cristóbal Ortega.

Las más recientes figuras mexicanas del cuadro de Coapa fueron Guillermo Ochoa y Cuauhtémoc Blanco. Y en el plantel actual lo más cercano a ello es (era) Moisés Muñoz. En un par de ocasiones ayer en el Volcán, el arquero realizó atajadas que mantuvieron a su equipo en el partido. Fue, podría decirse, una cachetada con guante blanco a los directivos Ricardo Peláez y José Romano, quienes determinaron la salida del michoacano ante la cuestionada contratación del argentino Agustín Marchesín.

El equipo amarillo se ha caracterizado por sacar por la puerta trasera a sus figuras, pero se esperaba un trato distinto para Muñoz, quien será recordado por aquella palomita salvadora en la final ante Cruz Azul.

Surgió entonces el hashtag “No te vayas Moy”, al que también se unió el piloto de Fórmula Uno Sergio Pérez, conocido fanático americanista.

Después de un par de días de misterio, André-Pierre Gignac tuvo una recuperación milagrosa de un supuesto esguince cervical y sólo necesitó de un par de bandas terapéuticas para jugar sin ningún problema los 120 minutos y anotar el primer penal.

Con la final realizada en Navidad, el futbol mexicano añadió otro hecho absurdo a su anecdotario. Se definió el campeón mientras los otros equipos ya realizaron contrataciones y están en plena pretemporada.

Pero ya se sabe que el duopolio televisivo maneja los hilos de nuestro balompié y, más allá de las fiestas de fin de año, el cansancio del equipo de Ricardo La Volpe por el viaje a Japón o la inactividad de dos semanas de Tigres, lo que importa es que el rating fue altísimo.

Además de la final, esta semana destacó el anuncio del Guadalajara de que sus partidos también serían transmitidos por Claro Video, del magnate Carlos Slim, quien reafirma así su incursión en el deporte de las patadas.

La medida es necesaria luego de tantas fallas de Chivas TV, pero sigue siendo injusto que el equipo más popular del país sea transmitido por señal restringida.