Sociedad y Justicia
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Tiene precisión mayor a 90%; elimina barreras para acceder al Papanicolau, resaltan

Ya es posible detectar con una prueba de orina el cáncer cérvicouterino: estudio

La investigación de la Universidad Johns Hopkins de EU asegura que evita biopsias innecesarias

 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de diciembre de 2016, p. 43

El cáncer cérvicouterino ya se puede detectar mediante un análisis de orina, con una precisión de más de 90 por ciento, lo cual contribuirá a eliminar las barreras culturales de acceso a la prueba de Papanicolau y se evitarán biopsias innecesarias, de acuerdo con una investigación realizada en la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, Estados Unidos.

El estudio también demostró una disminución significativa del tiempo (a unas horas) para determinar si hay presencia de un tumor maligno.

Rafael Guerrero-Preston, doctor en salud pública y miembro del centro oncológico Kimmel, de la universidad estadunidense, resaltó que cuando resultan positivas las pruebas tradicionales de detección del virus del papiloma humano –causante de la mayoría de los casos de cáncer cervical– y el Papanicolau indica la existencia de alguna anomalía, las mujeres son sometidas a una biopsia, es decir, el estudio de células extraídas de tejido cérvicouterino.

Con ese examen se descarta o confirma la presencia del tumor maligno. El problema es que algunas investigaciones han comprobado que más de la mitad de esas biopsias son innecesarias. Además de dolorosas, producen preocupación en las pacientes y un aumento en el gasto que se realiza en los servicios de salud, detalló el investigador.

En México, el cáncer cérvicouterino es la segunda causa de muerte por tumores malignos en la población femenina. Aunque la cantidad de decesos se ha reducido a escala nacional, en 2013 se reportaron más de 3 mil 700 fallecimientos, según información de la Secretaría de Salud.

El dato contrasta con el estudio sobre la carga global de enfermedad del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud (IHME por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, el cual advierte que en 2015 se registraron 5 mil 381 muertes por el tumor cervical, con lo que se ubicó como novena causa de muerte por cáncer en el país.

Los hallazgos del equipo de investigación de la Universidad Johns Hopkins anticipan que la detección de la neoplasia mediante un análisis de orina tendrá impacto en la disminución de la mortalidad. Además de ser de muy bajo costo y alta precisión, el resultado se puede obtener en unas horas.

En los países en vías de desarrollo que no cuentan con los fondos, la infraestructura médica o la aprobación cultural para realizar las pruebas de Papanicolau, nuestro método podría ser usado en su lugar, aseguró Guerrero-Preston.

Los resultados del trabajo, financiado por el Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos, se publicaron vía Internet en Cancer Prevention Research.

El análisis de orina se enfoca en la identificación de las células de ADN de tres genes alterados por el cáncer, así como de uno del virus del papiloma humano, cuya presencia se confirmó, primero, en muestras de tejido cervical de alrededor de 400 mujeres chilenas y puertorriqueñas.

Luego, los expertos verificaron los resultados mediante análisis de sangre y orina en 40 pares de muestras, donde se comprobó la eficacia del estudio de orina, con una mayor precisión, incluso, que el examen sanguíneo.

En 2015, salieron en el mercado europeo dos pruebas que también identifican el cáncer cérvicouterino, pero requieren de una prueba de Papanicolau para confirmar la presencia del tumor, lo que no se requiere en el método de la Universidad Johns Hopkins, enfatizó Guerrero-Preston.