Espectáculos
Ver día anteriorJueves 1º de diciembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Trajo a México su gira Not In This Lifetime

Guns and Roses provocó el desenfreno de sus fieles
Foto
Slash y Axl Rose durante el primero de los dos conciertos que ofreció la banda californiana en el Palacio de los DeportesFoto Ocesa
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de diciembre de 2016, p. 9

A los gritos eufóricos de ¡Guns and Roses, Guns and Roses!, Slash –icónico guitarrista del grupo californiano– respondió con las primeras notas de Welcome To The Jungle, lo que provocó que el Palacio de los Deportes se cimbrara al ritmo de los saltos de las más de 18 mil personas que acudieron al rencuentro de la banda liderada por Axl Rose la noche del martes, en el primero de dos conciertos en México como parte de su gira Not In This Lifetime.

Atrás habían quedado las expresiones de impaciencia del público, porque los intérpretes de Sweet Child O’ Mine salieron al escenario con una hora de retraso, ocasionado –según un comunicado de la promotora del concierto– porque la empresa aeronáutica que trasladaría en helicóptero al vocalista al Foro Sol no obtuvo los permisos correspondientes para descender en ese recinto y tuvo que hacerlo en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez.

Sin embargo, dos detonaciones y la música de Merrie Melodies & Looney Tunes, que dieron paso a It’s So Easy, primer tema del show, transformaron el ambiente. Los fieles dieron rienda suelta al desenfreno, que no menguó en las dos horas y media que duró el concierto.

Los temas Mr. Brownstone y Chinese Democracy ayudaron a elevar el ánimo antes de llegar a la jungla, clásico de 1987, al que siguieron canciones como Double Talkin’ Jive, Better, Estranged, y el poderoso tema Live and Let Die, original de Wings.

En esta ocasión, Axl Rose pudo deambular/correr por el escenario, recuperado de la lesión que sufrió en la pierna izquierda y que al inicio de la gira lo mantuvo sentado en el trono de Dave Grohl –líder de Foo Fighters– mientras cantaba.

La enorme pantalla colocada atrás del escenario proyectó lo mismo a los músicos –Rose, Slash, al bajista Duff McKagan, el guitarrista Richard Fortus, el baterista Frank Ferrer y la tecladista Melissa Reese– que gráficos de calaveras, esqueletos y siluetas femeninas para acompañar piezas como Rocket Queen, You Could Be Mine, This I Love, mientras que en otros, los lanzallamas colocados en diversas partes del entarimado hicieron acto de presencia.

La nostalgia llegó con Civil War, Coma y Yesterdays, seguidos de la pieza Speak Softly Love, en la que Slash, quien no interactuó con Rose durante el show, demostró su pericia en la guitarra. El tema fue ligado al clásico Sweet Child O’ Mine, que desató la euforia del público, que la coreó de principio a fin.

Llegó Wish You Where Here, de Pink Floyd, la cual unieron a la exitosa November Rain, con Rose al piano. La banda cerró la primera parte con Nightrain, pero regresó para interpretar Don’t Cry, The Seeker, de The Who, y concluir con Paradise City.

Ayer ofrecieron el segundo concierto en el mismo inmueble, con el que cerraron su gira por Latinoamérica.