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Agustín Castro y Agustín Portillo exponen Congruencias miméticas en el museo Cuevas

Dos pintores hacen a un lado los egos y ofrecen un collage de estilos

La muestra es resultado de un exitoso proyecto al alimón; reúne 39 obras y también abarca la producción individual

El binomio fue comisionado para hacer 16 cuadros, de los que lleva tres

 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de noviembre de 2016, p. 7

Desde hace dos años y medio los pintores Agustín Castro (1958) y Agustín Portillo (1960), originarios de la Ciudad de México, han hecho a un lado los egos con la finalidad de desarrollar un proyecto al alimón, que ahora exponen en el Museo José Luis Cuevas.

Congruencias miméticas reúne 39 piezas, que también abarcan obra creada en forma personal, incluso dibujos de cada quien, que se remontan a los años 70 del siglo pasado.

Ese experimento ha sido tan exitoso que la mancuerna fue comisionada para hacer una serie de 16 cuadros cuyo tema es la problemática que aqueja a los niños en todos los rubros.

Ya terminaron tres de esas pinturas, que exhiben en el museo Cuevas. Sin embargo, cumplir el encargo les llevará hasta mediados de 2019.

La idea de pintar juntos surgió de una serie de sesiones de trabajo, a iniciativa de Portillo, quien buscaba cambios en su vida, según Castro; éste, sorprendido, adoptó al primero como si fuera un alumno.

Invitaron también a otros compañeros y articularon una dinámica de grupo. A Castro le recordó los tiempos cuando trabajaba en equipo en el Taller Azcapotzalco. Retocábamos la obra en la clase; entonces, le dije a Agustín, mejor vamos a pintar juntos.

Al principio, Portillo se negó: En ese momento había parafraseado a Toulouse Lautrec y a mi tocayo le llamó la atención. Tras su insistencia, acepté esta colaboración. Al principio fue difícil, pero estábamos conscientes de que nos queríamos divertir y que sería un experimento.

Debido al gran cariño, admiración y respeto que hay entre ambos pintores, éstos reconocen las cualidades de cada quien y las explotan. A final de cuentas queremos una muy buena pintura. No se trata de que sobresalga uno u otro, sino la propia obra, apunta Portillo en entrevista con La Jornada, también al alimón.

Alegoría, drama y expresión

¿Qué tienen en común y qué no? Para Castro, a nivel conceptual tenemos propuestas muy similares. Sin embargo, mientras éste es más pictórico; soy más dibujístico. Es decir, Portillo se va más por la técnica del empaste, de las transparencias, y yo por la línea, más hacia la caricatura, por ejemplo. Agustín en sus colores es más oscuro y yo más luminoso, asegura Portillo.

Castro aprovechó estos recursos, pues “desarrollamos una academia en la pintura, trabajamos muchas estructuras de composición, que, dijimos, vamos a entender muy bien para entrelazar nuestra pintura. La veo como un collage: él no deja de ser Agustín Portillo ni yo Agustín Castro. El collage tiene capacidad de unirse y ser diferente, pero ser lo mismo.

Se trató de conjuntar los dos estilos. Él era la escuela clásica y yo la romántica. Él, el pintor fino y yo el rugoso, él era más dibujo y yo más pintura. Nos apropiamos de esos contrarios para plantear y enriquecerlos. De allí surgió una mímesis entre los dos. Hay alegoría, drama, mucha expresión, pero sacrificamos estos estilos con la finalidad de que la pieza tenga buen resultado.

Mientras Portillo ha empleado el cómic, Castro ha utilizado mucho los estilos pictóricos aprendidos en las escuelas. Entonces, “como nuestra pintura es figurativa y ambos tenemos un interés social, lo aprovechamos. Hacemos este close up desde dos imágenes y de allí partimos para hacer una pintura hacia atrás, meter la perspectiva al fondo, a más historias, a mis imágenes, enriqueciendo las propuestas de Agustín a primer término y yo las de más trasfondos. El resultado es una pintura más compleja”, acota Castro.

Congruencias miméticas se presenta en el museo de Academia 13, Centro Histórico.